El conductor de la EMT que atropelló a una mujer escuchó gritar a los peatones
El chillido de dos transeúntes fue lo único que escuchó José L., de 30 años, el conductor de la línea 102 de la EMT que atropelló el jueves a una mujer cuando daba marcha atrás en la última parada del recorrido, ubicada a la altura del número 16 de la calle de Méndez Álvaro.Luego, según relató ayer a la Policía Municipal, tras los gritos, pisó el freno y al bajarse descubrió que había arrollado con las ruedas a Beatriz Rico, que se abalanzó sobre el autocar para proteger a su hija de cuatro años. La madre y la niña se acababan de bajar del autobús e iban a cruzar para entrar al colegio donde estudia la pequeña. La mujer falleció en el acto, arrollada por el coche, y su hija, Diana Granados, se encuentra ingresada en el hospital Doce de Octubre. Sufre rotura de fémur y traumatismo abdominal, y su pronóstico es reservado.
En el informe policial el conductor asegura que por el espejo retrovisor no observó a nadie antes de retroceder. Cuando el coche reculaba embistió a Beatriz Rico y a su hija. Según su testimonio, varias personas le gritaron y fue entonces cuando se detuvo. Ya era demasiado tarde. La mujer yacía en el suelo y la niña a su lado gritaba: "Han matado a mi madre, han matado a mi madre
En el atestado policial sólo figuran las declaraciones del conductor. Sin embargo, no se recoge en el informe el testimonio de testigos. Las personas que observaron la tragedia no declararon luego a los agentes. La EMT ha abierto una investigación y ha apartado de su trabajo al conductor. Para el director gerente de la EMT, Tomás Burgaleta, el informe aún se está elaborando. No obstante, indicó que es inusual realizar maniobras de marcha atrás para intentar salir de la cabecera de línea: "El autobús no tiene necesidad de retroceder para entrar o salir de la cabecera. Pensamos que el conductor hizo esa maniobra para estacionar el vehículo", agregó Tomás Burgaleta en Onda Madrid.
Los conductores de la EMT señalaron ayer que la situación de colapso circulatorio de la calle de Méndez Álvaro está generando desde hace tiempo problemas en sus maniobras. "La doble fila y los autobuses de la estación mal aparcados provocan que haya continuamente incidentes", señaló un empleado de la EMT. Otro compañero denunció que la policía no ha tomado medidas para solucionar los problemas de tráfico de la zona.
Manifestación de madres
Ayer por la tarde, en el lugar del accidente, se concentraron más de 300 personas convocadas por la asociación de padres de alumnos del colegio Menéndez Pelayo, donde estudia la niña Diana Granados. Madres y alumnos pidieron el cambio de la cabecera de las líneas de la EMT 102 y 112, situadas frente a la puerta del centro escolar. En la concentración, las madres denunciaron que no existe señalización en la calle advirtiendo que hay una zona escolar.
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