El fiscal exculpa a los ecologistas que se encaramaron una chimenea de la incineradora de Valdemingómez

El fiscal retiró ayer los cargos por daños materiales que imputaba a los dos ecologistas de la asociación Aedenat que se encaramaron el pasado 30 de septiembre a una chimenea de la incineradora de Valdemingómez. Con esa acción querían advertir del riesgo que, según ellos, puede acarrear para la salud de los madrileños la entrada en funciona miento de esta planta. Los encartados -Félix Sánchez y Yolanda Domínguez- fueron enjuiciados ayer en el Juzgado de Instrucción número 44.Antes de iniciarse la vista oral, el fiscal les acusaba de una falta de daños por haber roto parte de la valla metálica que rodea el recinto para acceder a su interior. La ley castiga esta falta con penas de entre 2 y 10 días de arresto y una multa que oscila entre las 50. 000 y las 100. 000 pesetas. El fiscal acabó pidiendo la absolución por la falta de pruebas contra ellos.

Félix Sánchez y Yolanda Domínguez accedieron al interior del recinto donde se construye la planta incineradora disfrazados de obreros, y, tras encaramarse a una chimenea, colocaron una pancarta de protesta de más de 30 metros de longitud."Motivos éticos"

-Félix Sánchez, de unos 30 años, quiso explicar durante el juicio los "motivos éticos" que le indujeron a entrar en el recinto, pero la juez cortó su intervención y le pidió que se ciñese a los hechos, es decir, a la rotura de la valla. Empleado del Centro de Investigaciones Sociólogicas, Sánchez aseveró entonces que ni su compañera ni él fracturaron la valla. "Estaba rota", dijo a preguntas del fiscal.

La incomparecencia en el juicio del encargado de las obras de la incineradora -de próxima inauguración-, José Ontafión Carrera, la persona que les retuvo dentro del recinto hasta que llegó la policía, favoreció la decisión última del fiscal de exonerarles de culpa. Uno de los policías que trasladaron a ambos ecologistas a comisaría indicó que él no les vio romperla, pero que decidió detenerles porque el encargado de la obra les acusó de haber roto la valla metálica.La abogada de los dos ecologistas, Florentina Carrasco, alegó que no se podía imputar a sus clientes ese destrozo porque "ellos", dijo, "no lo hicieron". "Esa valla está permanentemente rota; por ahí entran chamarileros para buscar chatarra dentro, de la obra", enfatizó.

El juicio quedó visto para sentencia. Los más probable-dado que el fiscal retiró los cargos- es que el juez les absuelva con todos los pronunciamientos favorables. Los ecologistas dieron muestras de alegría al finalizar el juicio.

La entrada de ambos ecologistas en la incineradora formaba parte de la campana que Aedenat emprendió hace cuatro años contra la incineradora que el Ayuntamiento de Madrid construye cerca del término municipal de Rivas-Vaciamadrid.

Aedenat denunció ayer en un comunicado "el desigual trato que la Administración de justicia da en general a los ecologistas, quienes realizan", explica, "actividades pacíficas y simbólicas". Por contra, según esta organización ecologista, "en los 11 años' que lleva vigente el delito ecológico, ningún empresario ha ingresado aún en prisión por ello".