Giralda versus fibra óptica
350 personas de TVE ultiman los preparativos de la retransmisión de la boda real
"¿Esto es sólo para el casamiento o se van a quedar también en Semana Santa? Lo digo porque tengo reservada una silla para las procesiones y quería saber dónde ponerla para que no estorbe", pregunta un hombre que ronda los 70 años a un grupo de técnicos que charla ante uno de los cinco enormes camiones de TVE ubicados a pocos metros de la catedral de Sevilla. Desde el pasado fin de semana, las calles y plazas del recorrido oficial de la boda de la infanta Elena y Jaime de Marichalar se han convertido en un hervidero de cables, camiones, equipos de sonido, cámaras de televisión y operadores que se mueven sin cesar por andamios, paredes y alcantarillas. Unas 350 personas trabajan a marchas forzadas en el espectacular dispositivo técnico que Televisión Española está desplegando en la capital andaluza para cubrir la retransmisión de la ceremonia, el próximo día 18.La calle Mateos Gago, frente a la Giralda, está tomada por los trailers de TVE, que han provocado las protestas de los comerciantes de la zona porque les espantan la clientela y ocultan a la vista de los turistas los escaparates. "Mira los clientes que hay. También se podían haber puesto en la acera de enfrente" comenta en tono resignado Mari Paz, empleada en el bar El Campanario. Aparte de esto, el mayor problema con el que se enfrentan los técnicos es la instalación de cables por todo el recorrido de forma que no se vean. Sólo entre la catedral y las unidades móviles se han colocado, bajo tierra, unos 200 metros de cable de fibra óptica, y el cableado en la torre almohade llega hasta su veleta, el Giraldillo. En total 97 metros de altura.
Uno de los técnicos se queja de la falta de previsión del Ayuntamiento, que ha situado las arquetas para hacer pasar los cables al otro lado de la plaza Virgen de los Reyes. "Les pedimos que las pusieran donde están las unidades móviles y las han colocado en la calle de enfrente". Daniel Torres, jefe de unidad móvil, calcula que en todo el recorrido se emplearán unos 15.000 o 16.000 metros de cable. "En el Palacio Arzobispal no se ve ninguno y sin embargo tiene ocho líneas de cables de cámara", comenta. Todos coinciden en la complejidad del dispositivo, no tanto por los medios técnicos empleados como por la gran concentración de material en un espacio tan reducido. "Ni los Juegos Olímpicos de Barcelona, ni la Expo se puede comparar con esto. A lo mejor había más cámaras, pero estaban repartidas en más sedes y la señal institucional de la emisión no dependía de nosotros", añade Torres. Otro de los operarios, encargado de sonido, lo lleva con filosofía: "En peores garitos hemos estado, aunque aquí te juegas el prestigio". El montaje estará listo el miércoles para hacer un ensayo general en el interior de la catedral.
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