Solana advierte que planteará el caso al Tribunal de La Haya

España enviará un segundo barco de guerra a Terranova si Canadá no modifica su actitud y denunciará a Ottawa ante el Tribunal Internacional de Justicia de Naciones Unidas con sede en La Haya. Tal fue el anuncio que el ministro de Asuntos Exteriores, Javier Solana, hizo ayer a última hora de la tarde al embajador canadiense en España, David Wright, al que convocó en su despacho. Cuarenta y ocho horas antes le había llamado una primera vez, entonces al palacio de La Moncloa.El segundo buque de la Armada no será una patrullera sino una fragata. Sólo si se produce en las próximas horas un desenlace satisfactorio del, contencioso con Canadá, el Gobierno español renunciará a enviar la fragata.

La diplomacia española no, está del todo segura de que la denuncia que se dispone a formular contra Ottawa ante. el Tribunal de La Haya vaya a prosperar. "Aún así, merece la pena intentarlo", asegura un diplomático español, "porque es un gesto político que obligará a Ottawa a retratarse y en la fotografía aparecerá del lado de los. que los que no están dispuestos a someterse a instancias internacionales superiores".

Junto a estas dos medidas, Solana comunicó a su interlocutor que los contactos oficiales de alto nivel y la cooperación jurídica entre ambos países quedaban suspendidos. Hoy lunes la Embajada canadiense en Madrid recibirá una nota. verbal de Exteriores en la que se le precisará por escrito qué aspectos de la cooperación quedan interrumpidos.

En Asuntos Exteriores se mantuvo, a lo largo de la jornada de ayer, una reunión de la célula de crisis presidida por Javier Conde, secretario general de la Secretaría de Estado para la Unión Europea, En ella participaron el portavoz del ministerio y los directores de Asuntos Consulares, de Norteamérica y del Servicio Jurídico. Por la tarde se incorporó a ella el ministro.

En la reunión se estudió la respuesta ante las posibles iniciativas que tomen las autoridades de Canadá tras la llegada al puerto de Saint Johns del barco gallego. Se acordó que, tras el atraque, subirían a bordo los embajadores de la troika comunitaria -España, Francia y Alemania- junto con el cónsul de España en Montreal, Luis Arias. Este último fue el en cargado de tomar declaración al capitán del barco, Eduardo Davila, para que quede constancia de la ilegalidad perpetrada por la marina de guerra canadiense al apresar a un pesquero más allá de las 200 millas. de sus aguas juridiccionales, en aguas internacionales.

Criticado en otras ocasiones por su deficiente actuación en apoyo a los españoles en el extranjero como, por ejemplo, en Ruanda, Exteriores quiere aprovechar la ocasión para mejorar su imagen. Ha dado instrucciones a su embajador en Canadá de que se vuelque en ayudar a la tripulación del Estai a su llegada a tierra. Para todos los marineros ha reservado habitación en el mismo hotel donde se hospedan el embajador y el consul. Sus cuentas. y sus gastos de repatriación serán sufragadas por la Embajada.

Siempre con este propósito, Javier Solana habló ayer por teléfono con el presidente de la Xunta Galega, Manuel Fraga, y con el alcalde de Vigo. Paralelamente, el subsecretario del ministerio, Jesús Ezquerra, conversó con la esposa del patrón y con el armador.