Estupor entre los magistrados del Supremo por las declaraciones de Marino Barbero

Varios magistrados de la Sala Segunda del Tribunal Supremo mostraron ayer su estupor por las declaraciones de su colega Marino Barbero, quien calificó de "impresentable" la resolución por la que se deniega la autorización del suplicatorio para proceder contra el vicesecretario general del PSOE, Alfonso Guerra, al que responsabilizaba de un presunto delito electoral por el caso Filesa.Todos los magistrados consultados se negaron a hacer declaraciones formales y pidieron expresamente que no se mencionase su nombre para evitar una imagen de un enfrentamiento personal que, en su opinión, sería muy perjudicial para la sala.

Uno de los magistrados consultados dijo que no es partidario de ningún tipo de sanción disciplinaria, pero admitió que la postura de Barbero, criticando públicamente una decisión que le afecta, carece de precedentes.

El riesgo de la Sala

Otro miembro de la Sala Segunda consideró "insólito" lo ocurrido y calificó de "pueril" que Barbero apelara a su c(5ndición de catedrático para atreverse a descalificar públicamente una resolución de la Sala, que además había sido consultada previamente con el pleno.

Un magistrado que, como los anteriores, se negó a que se publicara su nombre, explicó el riesgo que habían corrido los tres magistrados que formaron sala al consultar informalmente al pleno para dictar el auto sobre la petición de suplicatorio.

Si la opinión mayoritaria del pleno hubiera sido favorable a la tramitación del suplicatorio y los tres encargados de adoptar la decisión se hubiesen inclinado por rechazarlo, incluso por dos votos contra uno, se hubiera producido una situación muy difícil.

Sin embargo, la gran mayoría de la Sala se mostró partidaria de denegar la petición de Barbero, y los tres magistrados que firmaron el auto adoptaron unánimemente esta resolución, por lo que la crítica de Barbero resulta, según estas fuentes, más incomprensible.