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EL 'CASO ROLDÁN'

González respalda a un Belloch puesto en entredicho

Luis R. Aizpeolea

La alegría del Gobierno por la detención de Luis Roldán duró menos de lo previsto. El ministro de Justicia e Interior, Juan Alberto Belloch, salió ayer chamuscado con la sombra de la sospecha por haber ocultado a los medios de comunicación y a la juez Ana Ferrer el detalle de las condiciones en que se realizó la extradición del prófugo desde Laos. En algún sector gubernamental se lamentaba que un "error táctico" hubiera vuelto a colocarles a la defensiva.

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En el trasfondo late la sospecha de que el ministro, en un intento por no restar un ápice de importancia a la detención de Roldán, ocultó las sombras de las condiciones de extradición laosianas, más suaves que las de la legislación española y que están en el origen del revuelo.Al mediodía de ayer ya quedaba claro que no había habido pacto de Belloch o de alguno de, sus enviados con Roldán, pero las lagunas informativas de la víspera, las de las condiciones de la entrega del prófugo, se volvían, contra Belloch, que tenía que repetir una rueda de prensa para ampliar la información hurtada la víspera, incluso a la juez.

No obstante, el ministro contó ayer con el respaldo expreso de Felipe González, con el que conversó a primera hora de la mañana y al que informó de su decisión de convocar una rueda de prensa para ampliar las explicaciones de la víspera. González fue también partícipe de la decisión de Belloch de traer a Roldán en las condiciones que impone la legislación laosiana.

También respaldó públicamente a Belloch el ministro de Exteriores, Javier Solana, que ha permanecido ajeno al proceso de por encontrarse de viaje en México, y el secretario de organización del PSOE, Cipriá Ciscar, en nombre de la ejecutiva. "Si hay que decidir entre la comunicación pública y el silencio por respeto a los jueces, Belloch ha hecho lo que tenía que hacer, que era esto últirno", manifestó un portavoz cualificado del Gobierno.

Dificultades de la detención

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Desde La Moncloa, donde se tomó abierto partido a favor de Belloch, se ponía ayer el acento en las dificultades. de la detención de Roldán para justificar las condiciones de entrega y la opacidad informativa.

"Ni siquiera sabemos aún si la documentación que nos han enviado desde Laos es auténtica. La detención de Roldán en Laos y Tailandia se produjo en unas condiciones en que o las tomabas o la dejabas, y lo importante era detenerle", aseguraban fuentes gubernamentales. Solana reconoció que ahora corresponde a su ministerio realizar la convalidación diplomática, esto es, la comprobación de los papeles.

Ayer volvió a funcionar el reparto de papeles entre el Gobierno y el partido. El PSOE se ha asignado de manera decidida el papel de extender sus denuncias a donde no puede llegar el Gobierno, limitado por su papel institucional. Así, volvió a salir a la luz pública Cipriá Ciscar, cuatro horas después que Belloch.

Los socialistas están convencidos de que la sospecha lanzada desde la oposición, desmentida por Belloch, sobre la existencia de un pacto del Gobierno con Roldán que minimizara las condiciones en que se realizó la detención y extradición de Roldán de Laos responde a una estrategia de erosión del Ejecutivo.

Los socialistas creen que la, detención de Roldán puede originar un goteo de acusaciones contra el Gobierno, como sucedió una vez que los ex policías, José Amedo y Michel Domínguez decidieron hablar. "Lo sucedido ayer ya es un aviso", afirmaron fuentes socialistas.

Los socialistas creen que hay una estrategia organizada desde el PP dirigida contra el Gobierno. "Vamos a responder a la estrategia del PP y quienes les apoyan con explicaciones y, argumentos. Vamos a replicar, tomando la iniciativa de, manera rápida y contundente, a la estrategia de la confusión y de generar malestar y desconfianza en las instituciones que propugna el PP", dijo Ciscar.

Este insistió en que la estrategia del PP ha pasado de la fase de asegurar que el Gobierno no tenía interés en detener a Roldán a la de afirmar, ahora que existe un pacto con el prófugo. Ciscar fue muy duro con el PP: "Su objetivo es plantear un programa de insidias, insinuaciones, irresponsabilidad e instrumentalización con el objetivo de deteriorar la credibilidad del Gobierno y buscar un atajo para llegar a él sin ganarlo por las urnas".

El Ejecutivo recibió el apoyo de Jordi Pujol, de visita en Londres: "El Gobierno español ha hecho lo que debía, porque ¿qué otra cosa tenía que hacer?", informa Carles Pastor.

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