El equipo de voleibol femenino de Alcorcón culpa a la política de su hundimiento
Alcorcón La victoria que ayer cosechó el Club Voleibol femenino de Alcorcón (142.000 habitantes) es, posiblemente, la última que se anota en su palmarés dentro de la División de Honor. Las diferencias dentro de la agrupación socialista del municipio son la causa de que esta entidad vaya a desaparecer, según denuncia su presidente, Jesús Molina, quien no mantiene ahora relación alguna con el responsable de Deportes porque cada uno milita en distintas corrientes socialistas. Con una deuda de 16 millones de pesetas, Molina asegura que el Ayuntamiento les debe 11 millones.
El club se encuentra en una situación límite. Su deuda asciende a más de 16 millones de pesetas. Las jugadoras no cobran desde agosto. Algunas vienen de otras regiones y países, y todas ellas son profesionales. Según el delegado del equipo, Emilio Barberán, "varias de ellas viven de la caridad de los amigos". La capitana del equipo, Virginia Cardona, ha comentado a EL PAÍS que el equipo estaba bajo mínimos. En cualquier caso, Cardona afirma: "Seguiremos jugando, haciendo nuestro trabajo, porque somos la bandera de un pueblo". El año pasado ganaron la Liga.Según Jesús Molina, el Patronato Deportivo Municipal debe al club casi 11 millones de pesetas. Ocho de ellos corresponden a la subvención que el patronato le otorga cada año. El resto corresponde a los gastos por desplazamientos, que por convenio debe abonarlos.
Molina atribuye las deudas a que el patronato no ingresa ese dinero. "Todo se debe al odio personal que me tiene el concejal de Deportes y a mi inclinación hacia un grupo dentro del partido [el favorable a Juan Barranco] que actúa coherentemente", dice Molina. El concejal de Deportes, Francisco lváñez, se encuentra dentro del grupo del alcalde, a su vez enfrentado a los guerristas dentro de la agrupación local, y que es donde se sitúa Molina.
Molina, con 10 años al frente del equipo, manifestó ayer que las relaciones entre el concejal y él son nulas. Y el patronato no va a dar dos millones de pesetas de subvención hasta que termine la temporada. Si el equipo desaparece por su situación económica, dejaría de percibirlos. En este caso, Molina tendría que hacer frente a un crédito con una caja de ahorros.
El alcalde, el socialista Jesús Salvador Bedmar, ha rechazado que haya una depuración política. Salvador Bedinar indica que el club es el que más subvenciones recibe y niega que se le deban casi 11 millones.
"La subvención del Ayuntamiento es de ocho millones de pesetas al año, y nunca de 14". "Ahora sólo se deben al club dos millones, que se pagarán a final de temporada". Jesús Salvador explicó que tal medida se tomó porque si se entregase ese dinero antes el club se disolvería, como consta en un texto que le envió el club.
El alcalde y el concejal de Deportes rechazan destinar más fondos para salvar una crisis. "Nadie puede pretender que el Ayuntamiento enjugue una crisis", concluye el regidor.
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