Telesierra emite desde un vertedero de maquinaria
La emisora privada Teleslerra emite desde el pasado lunes desde una caseta situada en un cementerio de maquinaria er pesada en Colmenar Viejo (27.000 habitantes), a unos 500 metros del vertedero donde varios municipios depositan sus residuos urbanos. El director de la emisora, Pedro J. Hurtado, ha sido despedido y otros profesionales y voluntarios han abandonado la empresa en señal de solidaridad.Los trabajadores denunciaron esta semana públicamente las condiciones infrahumanas a las que ahora están sometidos en Colmenar Viejo, después de que sus anteriores instalaciones, ubicadas en un chalé de la zona residencial de Tres Cantos, fueran precintadas por carecer de licencia de actividad (véase EL PAÍS del 22 de febrero pasado).
Llegar hasta la caseta ubicada a los pies de la antena por la que Telesierra emite a través del canal 39 de UHF es tarea complicada incluso de día. Sólo la antena y una furgoneta con el logotipo de la empresa confirman al visitante que ha llegado a su destino. Inmersa en una nube de polvo, la emisora comparte espacio con toneladas de chatarra, máquinas desguazadas, montañas de ruedas..., toda una muestra de basura industrial.
Sin agua corriente
"No existen servicios ni agua corriente. Antes de colocar los aparatos tuvimos que quitar el barro y el polvo, colocar el resto de una moqueta usada y hacer de tripas corazón", comentaba ayer Marisol, una de las periodistas que ha decidido abandonar el proyecto al que ha dedicado más de seis meses de trabajo a cambio de poco dinero y mucha ilusión.
Por otro lado, Pedro J. Hurtado, que ha sido director de la emisora desde el pasado mes de agosto hasta hace unos días, cuenta calamidades que causaron aún mayor daño a la plantilla. "Hasta noviembre trabajamos a gusto, con mucho sacrificio, pero conscientes de que paríamos un nuevo medio de comunicación con escasos recursos económicos, pero digno. A partir de entonces comenzaron las presiones del propietario de la emisora, Rodrigo del Campo, unas veces interesadas y no acordes con nuestra ética profesional y otras veces simplemente ridículas".
La mayoría de los estudiantes, que por 40.000 pesetas realizaban sus prácticas en Telesierra, espera una segunda oportunidad. Sin embargo, ayer quedaban aún unos diez jóvenes dispuestos a emitir 12 horas de programación diaria a la espera de un futuro mejor. Incluso el ex director estaría dispuesto a volver a la emisora en un local digno, con todos los permisos en regla y sin cortapisas editoriales. "Nos duele abandonar; hemos sido los profesionales los que hemos parido, dignamente, una nueva televisión", insiste Hurtado.
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