Radicales islámicos piden la muerte de Bhutto y de los jueces del Supremo

Grupos radicales islámicos de Pakistán han clamado "muerte para Benazir" y para los miembros del tribunal que ha absuelto a un niño cristiano y a su tío, condenados a morir por blasfemar contra el islam. La policía utilizó ayer botes de humo para disolver la manifestación que se organizó en Lahore, contra la nueva sentencia y detuvo al menos a 150 integristas. La condena a la primera ministra paquistaní, Benazir Bhutto, se debe a sus manifestaciones de consternación tras la primera, pena impuesta a los cristianos.

Los grupos radicales ya pidieran la muerte para los miembros del Tribunal Supremo de Lahore, en el centro del país, el pasado jueves y ahora han añadido la de Bhutto.La manifestación de. ayer fue especialmente violenta, con disparos al aire y gritos de "muerte para el Tribunal Supremo" y "Horca para los blasfemos del Profeta". En ella se protestaba, además, por la detención de un líder local en un choque con la policía que había tenido lugar el día anterior, en la que hubo 33 arrestos.

La absolución de los dos cristianos la dictó el Supremo el pasado jueves, por lo que Salamat Masih, de 14 años, y su tío, Rehmat Masih, de 44 años, condenado también a muerte por el mismo delito, quedarán en libertad. El Vaticano manifestó ayer desde Roma su satisfacción por la nueva sentencia, informa Europa Press.

Sin pruebas

Al término de un juicio repleto de golpes de escena y de incidentes, el tribunal de Lahore determinó que no había pruebas suficientes para concluir que el niño y su tío habían insultado realmente al profeta Mahoma. Ambos fueron acusados por un dirigente religioso de haber efectuado unas pintadas ofensivas contra el islam en los muros de la mezquita de su poblado situado en el estado de Punjab, además de esparcir papeles que recogían las mismas supuestas blasfemias. La sentencia del Tribunal Supremo subraya las contradicciones en los testimonios que apoyaban la denuncia y la imposibilidad de comprobar la existencia de las pintadas que, según el dirigente, se borraron inmediatamente después de suaparición.

Amnistía Internacional y otras organizaciones defensoras de los derechos humanos paquistaníes denunciaron el juicio de primera instancia, que terminó el pasado 9 de febrero, que creen se desarrolló de forma injusta y estuvo impregnado de la hostilidad que sufre la minoría cristiana de Pakistán. Salamat declaró en aquel juicio, por ejemplo, que: cuando se cometió la supuesta blasfemia él era analfabeto.

Dichas organizaciones temen ahora que Salamat y su tío sean objeto de atentados. Un tercer familiar acusado en el mismo caso murió víctima de una agresión realizada durante el desarrollo del juicio por los integristas islámicos, ante la sede del tribunal. En dicho atentado, Salamat y Rehmat resultaron heridos. Los extremistas islámicos se manifestaron todos los días que duró aquel juicio.