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Llega el Metropoly

Cuatro concejales estrenan el juego que mezcla Trivial y Monopoly y está inspirado en Madrid

Antonio Jiménez Barca

Madrid ya tiene su juego de mesa. La empresa Katapulta ha distribuido por librerías y grandes almacenes el City Game (juego de la ciudad), que, pese a su nombre inglés, está basado en Madrid. Las preguntas que los jugadores deben responder se refieren a aspectos urbanísticos, culturales, históricos o gastronómicos de la región, y cada acierto permite mover la ficha en el tablero siguiendo la red del metro. El ganador deberá pasar por un determinado número de estaciones. Cuatro concejales -dos del PP, uno de Izquierda Unida y otro del PSOE- se han prestado a estrenar este juego, a petición de EL PAÍS. La partida se desarrolló el pasado martes en el despacho del primer teniente de alcalde, Luis María Huete.Los dos participantes que representaron al equipo de gobierno municipal fueron Luis María Huete, primer teniente de alcalde, y Carlos López Collado, concejal de Seguridad. Compitieron con la ficha morada y demostraron sus profundos conocimientos sobre cuestiones de gastronomía y espectáculos, respectivamente. La pareja del bando rojo, el color elegido por Leandro Crespo, del PSOE, y por Franco González, de IU, jugó también a buen nivel, aunque los cuatro concejales demostraron que no dominaban en exceso los itinerarios del suburbano.

La partida comenzó con un fulgurante ataque del bando de la oposición. Leandro Crespo devoraba las preguntas:

"Los estanques de la Casa de Campo se helaban en invierno y servían de pista de patinaje; sin embargo, en 1622, el lago se tragó a un arquero al romperse el hielo, según nos cuenta... ¿Góngora, Quevedo o Lope de Vega?".

-¡Bravo, Leandro, genio!, pero ¿ahora por dónde vamos? -prorrumpió un intrigado Franco González mirando el plano del metro.

-A Torre Arias. Ha salido un uno . Ah, ja, ja, ja, perfecto -ríe Franco González.

-¿Pero dónde, está Pacífico? -dice más tarde Huete, y lo marca con un imperdible.

La partida consistía en llegar a seis estaciones determinadas elegidas al azar. Cada vez que se fallaba la respuesta se perdía él turno y los contrarios disponían de su oportunidad. Y el equipo de la oposición falló cuando sólo le faltaban dos estaciones y Franco González contestó que el rey francés preso en la Torre de los Lujanes tras la batalla de Pavía fue Luis XVI y no Francisco I.

En el turno del equipo de gobierno Huete demostró, con sabiduría casi enciclopédica, que sabe mucho de gastronomía madrilefia:

"¿Qué se ponía antiguamente como sorpresa en los roscones?".

-Un haba, de toda la vida.

"¿Dónde se vendía el paloduz?".

-En la Pipera, de toda la vida.

"¿Qué llevaba la tortilla económica?".

-Pan y leche, de toda la vida.

"¿Dónde se puede comer buen bacalao en Madrid?".

-En Casa Labra, donde fundaron el partido éstos -y Huete señala a Leandro Crespo, que asiente con la cabeza y corrobora que, efectivamente, el partido socialista fue fundado por Pablo Iglesias en 1879 en esa típica taberna madrileña.

El juego no impidió que los concejales olvidaran sus enfrentamientos:

"¿Saben por cuántas hectáreas podremos pasear en la Casa de Campo: 1.800, 1.000 u 800?".

-Mil ochocientas -respondió López Collado correctamente.

-¡Menos hectáreas, señores, menos hectáreas! -apostilló Franco González, quien, sin duda, recordó las críticas de su grupo hacia la gestión del parque y a que se incluyan en su extensión las carreteras ocupadas por los coches. Pero, con carreteras o sin carreteras, la respuesta no admitía ambigüedades y el equipo de gobierno siguió juigando:

"¿Cuáles son los dos días del espectador para ir al cine?".

-Pero si sólo hay uno -exclamó López Collado, que hasta el momento no había fallado ni una pregunta de espectáculos.

-Pues si dice que hay dos es que hay dos, oye, a ver Huete.

-Bueno, pues lunes y miércoles.

Bien. Faltaba sólo una estación para que los populares ganarán, pero los progres les jugaron una mala pasada:

"¿Qué café es el último refugio progre en la villa?".

-Hombre, eso es relativo. Pero dado que el Lion casi ya no existe, pues el Café del Foro -responde López Collado, sin tenerlas todas consigo.

Falló. La respuesta correcta es el Café Comercial (en la glorieta de Bilbao). Es algo opinable, pero al fin y al cabo se trata de un juego.

Y desde el otro lado de la mesa el concejal de IU y el del PSOE se levantaron y atraparon el dado. Acertaron una buena tanda y empataron con los populares. Los dos, equipos habían llegado ya a cinco estaciones de las seis prescritas. Faltaba una por bando. Pero el bando rojo poseía el turno. Huete miraba el reloj y decía que tenía prisa. Llegó la pregunta:

"¿Qué día se celebra la festividad de la Patrona de la Villa, la Almudena: el 16 de julio, el 9 de noviembre o el 8 de diciembre?".

Dudas. Discuten los dos. Franco González dice:

-Hombre, pues en el verano, cuando viene Ginés [Ginés Meléndez, portavoz socialista en la junta de Centro que interrumpe siempre sus vacaciones por la fiesta de la Paloma]. El 16 de julio -afirma, seguro, el edil de IU.

-¡¡No!! -exclaman los periodistas.

-¡Bien! -grita Huete con los brazos alzados.

Llega la oportunidad del PP.

"¿Qué cantante moderna tiene una canción sobre la puerta de Alcalá?".

-¡Ana Belén! -contestan López Collado y Huete al alinión- ¡Hemos ganado!

El edil de IU se lamenta:

-Es que esa pregunta... es como preguntar de qué color es el caballo blanco de Santiago.

-Nada, nada, habéis perdido por lo de la Virgen, y tengo prisa -comenta Huete, que anula cualquier capacidad de revancha. Y el primer teniente de alcalde añade, sonriente:

-Está bien; ellos han perdido por no saber de religión y nosotros hemos ganado con una cantante progre, je, je.

City Game. De venta en grandes almacenes y librerías por 6.500 pesetas.

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Sobre la firma

Antonio Jiménez Barca
Es reportero de EL PAÍS y escritor. Fue corresponsal en París, Lisboa y São Paulo. También subdirector de Fin de semana. Ha escrito dos novelas, 'Deudas pendientes' (Premio Novela Negra de Gijón), y 'La botella del náufrago', y un libro de no ficción ('Así fue la dictadura'), firmado junto a su compañero y amigo Pablo Ordaz.

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