Balladur, en la picota por autorizar escuchas ilegales
Lo que parecía que iba a ser un paseo triunfal de Edouard Balladur hacia la presidencia francesa empieza a convertirse en una carrera de obstáculos. El último de ellos es un escándalo de escuchas telefónicas ilegales autorizadas por el propio jefe del Gobierno con el objeto de paralizar un sumario judicial que comprometía a su ministro del Interior, Charles Pasqua.Balladur acusó ayer a la policía de haberle engañado, destituyó al jefe de la Policía Judicial y suspendió el procedimiento de urgencia que, en casos muy especiales -pero no en éste- permitía ordenar escuchas sin autorización del juez.
El principal adversario del primer ministro en la carrera hacia el Elíseo, su correligionario Jacques Chirac, intenta sacar ventaja del conflicto. Su principal ideólogo, Philippe Séguin, presidente de la Asamblea Nacional, sugirió ayer que se cree una comisión parlamentaria de investigación.
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