Soares 'deshoja la margarita' electoral tras el cambio de líder en el PSD

El presidente portugués, Mario Soares, se niega a hacer cualquier comentario sobre el reciente Congreso del PSI), en el que Joaquim Fernando Nogueira fue elegido sucesor del actual dirigente, el primer ministro Aníbal Cavaco Silva, pero es muy probable que la reorganización del partido gubernamental obligue al jefe del Estado a replantearse su intención de adelantar las elecciones.Soares, que protagonizó en los últimos meses una durísima guerrilla institucional contra Cavaco Silva, había revelado su intención de disolver el Parlamentó y convocar elecciones anticipadas después de la elección del nuevo líder del partido gubernamental. El pretexto invocado era la "bicefalia" que la elección de un ministro de Cavaco como nuevo jefe de la mayoría parlamentaria provocaría en el interior del Gobierno. Pero la moción de confianza al Gobierno votada por el Congreso del PSD y las encuestas -que revelan que el 57% de los portugueses está contra la disolución- obligan a Soares a ponderar su decisión.

Los socialdemócratas están convencidos de que Soares fijará los comicios para la fecha que considere más ventajosa para la oposición, probablemente antes del verano.

Dirección colectiva

El nuevo líder del Partido Socialdemócrata (PSD), Joaquim Fernando Nogueira, no tiene el carisma ni la autoridad de Aníbal Cavaco Silva, y hasta las próximas elecciones la dirección efectiva del partido estará en manos de un equipo encabezado por Nogueira y que incluye al aún primer ministro y al ministro de Exteriores José Manuel Durao Barroso, que se perfila como el líder de los renovadores.

Reforzar la unidad del partido, garantizar la estabilidad del Gobierno y derrotar a los socialistas en las próximas elecciones legislativas son los tres objetivos que Joaquim Fernando Nogueira se fijó al asumir la sucesión de Cavaco Silva, pero muchos, dentro y fuera del partido, dudan que el eterno número dos sea capaz de cumplir este programa.

El líder socialista, Antonio Guterres, elogió la personalidad, la seriedad y la honradez de su nuevo rival a la presidencia del próximo Gobierno, pero destacó la división y la lucha por el poder en el PSD. En opinión de Guterres, el PSD necesita de "una cura de oposición", y perderá el poder no por falta de un líder fuerte, sino porque el país quiere un cambio de política.

El comunista Carlos Carvalhas recurrió a una metáfora futbolística para ironizar: "No basta con sustituir al entrenador de un equipo perdedor para ganar", e insistió en "dar la palabra al pueblo" anticipando las elecciones.

La oposición de derecha sustenta una posición opuesta. El Partido Popular, de Manuel Monteiro, que celebró su congreso la semana pasada y fue el primero en pedir la disolución del Parlamento, pidió al presidente Soares que deje a Cavaco Silva finalizar su mandato.