España deberá vencer un gran cúmulo de recelos para lograr el sí de Bruselas al plan de Iberia

"Será una batalla campal". Así describe un alto funcionario el alcance de la polémica sobre la autorización o prohibición de la inyección de capital de 130.000 millones a Iberia por la Comisión Europea. El procedimiento empieza ahora y durará algunos meses, quizá hasta junio. La decisión final la tomarán os 20 comisarios, por mayoría, y sin ninguna duda será recurrida ante el Tribunal de Luxemburgo. De entrada, dos comisarios están claramente en contra, cuatro decididamente a favor y una mayoría se ampara en una ambigüedad que en unos casos esconde recelos y en otros simpatía, según un sondeo sistemático realizado por este periódico entre sus portavoces y círculos cercanos.

Militarán decididamente contra la ayuda el comisario de Competencia , el belga Karel Van Miert, y el de Política Comercial, el británico Leon Brittan. Sus argumentos: la inyección de capital distorsiona la competencia (varias compañías aéreas ya recurrieron ante el Tribunal de Justicia de las Comunidades Europeas, TJCE, con sede en Luxemburgo, las- ayudas a Air France del pasado verano); Iberia ya recibió una ayuda estatal en 1992 y se comprometió a que fuera la última. Probablemente arrastren sin problemas al liberal alemán Martin Bangemann y al holandés Hans Van den Broek.Se batirán claramente por autorizar la inyección de capital los españoles Manuel Marín y Marcelino Oreja, la francesa Edith Cresson y el portugués Joao Pinheiro. Son sensibles al argumento de que -como requiere la normativa- factores "imprevistos, imprevisibles y excepcionales" (devaluaciones, cambio del mercado ... ) han influido en la crisis de Iberia, y a los sacrificios ya realizados por la compañía. Probablemente Pádraig Flynn, Monika WuIf-Mathies, Emma Bonino e Yves Silguy se sumen a esta postura, sea por razones técnicas, por ideología o porque las compañías aéreas de sus países de origen han tenido o tienen problemas similares a los de Iberia.

El presidente, Jacques Santer, y el comisario responsable del expediente, Neil Kinnock, así como Mario Monti y Christos Papoutsis, están en el filo de la navaja. Y mientras el austriaco Fischler se declara "sin prejucios", los nórdicos Liikanen, Gradin y Bjerregaard contradicen su supuesto amor a la transparencia con la más absoluta opacidad. El director general que tramita el expediente es Robert Doleman, británico.

La batalla sólo, empieza ahora. Acabará en una caza de cada voto por parte de la Administración española. "Habrá leña", indica una fuente comunitaria. Si el colegio de comisarios aprueba el plan, la competencia de Iberia recurrirá ante el TJCE: ya lo ha anunciado así British Airways. La Comisión puede también sugerir modificaciones. Pero si prohíbe la ayuda, "España no dudará en presentar recurso" ante el tribunal, indican fuentes de la Administración española.Jacques Santer. Ni se ha pronunciado ni se pronunciará antes del debate en Comisión. Personas cercanas recuerdan su enfoque económico liberal y su preocupación porque no se distorsione la competencia.

Leon Brittan. Oficialmente, "espera conocer al detalle el plan". Su posición ideológica es contraria a las ayudas de Estado. Manifestó el viernes en una conferencia, en Cambridge, que este asunto de Iberia "pone a prueba la credibilidad de la Comisión" y que '¿debemos tomar, decisiones drásticas, aunque sean difíciles, si queremos que se nos siga considerando como los garantes de las condiciones de competencia de la industria europea". A buen entendedor...

Martin Bangemann. "Ni ha definido su posición ni lo hará hasta el debate", indica el portavoz del comisario alemán liberal. Filosóficamente reticente.Karel Van Miert. Es el único que ha reiterado media docena de veces su "firme oposición ". Fue él quien como comisario de Transportes "aceptó y defendió de buena fe" el plan estratégico de Iberia en julio de 1992. "Nadie debe sorprenderse de que ahora adopte una postura firme", remata. Está quemado porque considera que Iberia incumple la cláusula del compromiso de 1992 que prohibía más ayudas de Estado a la compañía, al menos hasta el año 1996. Socialista flamenco, desea labrarse un prestigio de duro como comisario de la Competencia. Pero la compañía aérea belga, Sabena, está también en abierta crisis...Hans Van den Broek. Su total hermetismo no esconde su enfoque económico liberal. Holandés, poco amigo de España. Su portavoz responde oficialmente a la pregunta con una carcajada.Joao de Deus Pinheiro. Portugués. Tendrá una actitud de principio claramente favorable, aunque no por motivos políticos, sino técnicos. Se le atribuye una postura flexible y comprensiva.Pádraig Flynn. Conservador irlandés. Guarda silencio, pero tendrá seguramente una actitud favorable, pues la compañía irlandesa, Aer Lingus, beneficiaria de una ayuda de Estado el pasado julio (35.000 millones depesetas), encuentra, problemas sindicales para cumplir su propio plan.Edith Cresson. Será sensible a los sacrificios ya hechos por las autoridades españolas, que se han tenido que enfrentar a una huelga para llegar a acordar el plan. No entorpecerá las ayudas porque considera que Iberia y el Gobierno, pese a sus errores, han acumulado méritos propios, y estima que la inyección de capital precisada no es exorbitante, si se compara con la aprobada a Air France (400.000 millones de pesetas).

Monika Wuiff-Mathies. No se pronuncia, pero será sensible al componente social del problema, en su calidad de socialdemócrata y antigua sindicalista. Es alemana.

Neil Kinnock. Personaje clave. Como comisario de Transportes es él quien debe elevar la propuesta al colegio de comisarios. Acechado por dos estímulos contradictorios: a favor, "lo social", la salvación de 25.000 empleos; en contra, como dirigente del Partido Laborista británico teme que si apuesta por Iberia, la City reaccione negativamente contra el "intervencionismo de siempre de la izquierda" y estropee así las expectativas electorales de su partido.Mario Monti. Como profesor liberal de economía y comisario de Mercado Interior expresará recelos. Como italiano, no debería sentar un precedente que perjudique a Alitalia, cuya difícil situación financiera puede empujarle próximamente a pedir autorización para ayudas públicas.

Emma Bonino. No tiene la comisaria italiana postura a priori, pero sí una buena relación con los españoles. Todo indica que no será dura contra Iberia, por razones semejantes a las de Monti.

Yves-Thibault de Silguy. Nadie de su entorno aventura nada. Pero todos recuerdan que formaba parte del gabinete de Balladur cuando éste necesitó -y negoció con Oreja- insuflar ayudas a Air France.Christos Papoutsis. Como socialista y griego (Olympic Airways ha recibido. una ayuda de 83.000 millones de pesetas) debería inclinarse en favor de Iberia. Pero en su gabinete le sugieren que se alinee con Van Miert.Franz Fischier. El democristiano austriaco está completamente "abierto", y "sin prejuicios" filosóficos a favor o en contra.

Ekki Llikanen (finlandés), Ritt Bierregaard (danesa) y Anita Gradin (sueca). Los comisarios nórdicos se revelan opacos.