"Un poco de Plomo para el audio, mayor"

Una delegación peruana de notables, encargada de contrarrestar el activismo ecuatoriano explicando al mundo las razones de su país en el conflicto, emprendió ayer viaje a 23 países, en una ofensiva informativa que antes alcanzó a periodistas internacionales y fue aplicada con paciencia y tino por el mayor de Infantería Jorge Matallana, en un simulacro bélico concedido a televisiones extranjeras durante el único viaje de corresponsales a la cordillera del Cóndor. Temiendo perderse el viaje al puesto de vigilancia número 1, a cuatro kilómetros de Tiwintza, una pareja de camarógrafos forzó en Ciro Alegría la ayuda de un general para reconstruir en imágenes a la carta secuencias que poco más al norte eran auténticas.Matallana ejecutó la orden impartida. Primero, en sosegada travesía caminera por los cañaverales de la base, feroces después, los 20 hombres del pelotón a las órdenes del benemérito mayor surgieron de la espesura reptando entre las piernas, trípodes y objetivos de una tropilla informativa apostada entre troncos, helechos y bambúes. "¡Cuidado por allí, no filmen esa parte, que en el frente no hay bananos!", aconsejaba Matallana.

Cuerpo a tierra, con el zoom en el cogote, silenciosa, la patrulla se abría paso entre la maleza y avanzaba con los codos: el primero en una fila india de 15 barría con el fusil de asalto los flancos, y las narices de los cámaras más ambiciosos; otros cubrían la retaguardia de sus compañeros, y quienes les seguían en la hilera escrudiñaban la tupida jungla del ensayo.

Sudando a chorros, sin perder ripio, uno de los grabadores solicitaba mayor asistencia: "Por favor, mayor, un poco de plomo para el audio (sonido)". La expresión del fusilero lanzagranadas infundía pavor, y sus movimientos en procura del enemigo angustiaban; el palco temió que una de las fintas concluyera de bruces y el golpe disparara el proyectil de la bocacha sin damos tiempo para la recomendación del alma.