Mano dura en México

Debilitado por ocho semanas de una crisis financiera que casi le lleva a la bancarrota, obligado a aceptar ayuda económica combinada con duras condiciones, el presidente mexicano, Ernesto Zedillo, necesitaba establecer su autoridad. Ha decidido hacerlo enviando a Chiapas un dispositivo militar impresionante para arrestar a cinco de los jefes de la insurrección iniciada en enero de 1994. La labor no es fácil. ( ... ) Desde hace más de un año, la sangre no había corrido en Chiapas. ( ... ) En su discurso de investidura, Zedillo prometió que daría la espalda a la violencia para buscar una solución negociada para el conflicto. ( ... ) Tras un primer encuentro con el ministro del Interior, los zapatistas se negaron a volver a la mesa de negociaciones. Entonces, las presiones de los halcones del partido se intensificaron. Reclaman una solución militar en Chiapas. ( ... ) La decisión de Zedillo se produce después de que el subcomandante Marcos llamase a la formación de un movimiento político que reagrupase a los opositores de izquierdas. ( ... ) El nuevo presidente estimó que se tenía que afrontar el problema de Chiapas desde sus raíces. ( ... ) Esta labor se tendrá que realizar, sea cual sea el resultado de la ofensiva en curso, pero Zedillo puede que no tenga los medios financieros para llevarla a cabo. La crisis monetaria le ha dictado un plan de austeridad que deja poco sitio a medidas destinadas a aliviar la miseria de 40 millones de mexicanos. 13 de febrero