El Gobierno regional aprueba el jueves su licencia de obras para la línea 10
El equipo del socialista Joaquín Leguina dará el próximo jueves el paso definitivo en la batalla contra las autoridades municipales del PP. El Consejo de Gobierno aprobará su licencia para iniciar las obras de construcción de uno de los dos ramales de la nueva línea 10 entre las estaciones de Lago y Príncipe Pío. El Ayuntamiento de Madrid denegó hace algunos meses el permiso. La concejal de Medio Ambiente, Esperanza Aguirre, se opone al proyecto del nuevo suburbano por su impacto en la Casa de Campo.
Ni un minuto más. Los socialistas quieren arrancar inmediatamente los topos mecanics de la unión temporal de empresas Dragados / Cubiertas para construir un ramal, totalmente. subterráneo, por el que circularán los trenes de Príncipe Pío a Lago. Los socialistas llevan casi dos años discutiendo con el Ayuntamiento de Madrid, que no quiere un suburbano con un tramo en superficie sobre la Casa de Campo y el río Manzanares. Los dirigentes de la Comunidad no quieren esperar mas.El Consejo de Gobierno que Joaquín Leguina presidirá el jueves ratificará la propuesta de la Consejería de Transportes para autorizar el comienzo de las obras.
Al no contar con la necesaria autorización municipal, por la oposición del equipo de Álvarez del Manzano, el Ejecutivo madrileño recurrirá al "excepcional interés público" para autoconcederse la licencia, según señaló a EL PAÍS un portavoz del Gobierno.
En casos de conflictos entre instituciones, el texto refundido de la Ley Nacional de Suelo prevé, en su artículo 244, prescindir de la concesión municipal de la licencia de obras para casos de supramunicipalidad. El Gobierno de Joaquín Leguina cree que éste es uno de esos casos, al tratarse de la ordenación de los transportes de toda la región.
Con la licencia, la Consejería de Transportes pretende iniciar los trabajos del tramo menos conflictivo, por ser completamente subterráneo. Las obras del tramo más polémico, por el que bajarán los trenes de Lago a la Casa de Campo para subir posteriormente hasta Príncipe Pío, también serán adjudicadas antes de abril, según el Gobierno regional. El Ayuntamiento quiere que esta obra sea subterránea y prescinda del puente proyectado por la Consejería de Transportes para superar la M-30 y el río Manzanares. Pero los técnicos regionales consideran que esa propuesta es "técnicamente inviable y económicamente muy cara".
Comisión de expertos
El alcalde de Madrid, José María Álvarez del Manzano, empujado y convencido por su concejal de Medio Ambiente, Esperanza Aguirre, pidió hace un mes un nuevo plazo para que una comisión de expertos estudiara el trazado propuesto por el Ayuntamiento de Madrid. Pero los dirigentes socialistas de la Comunidad consideran que el proyecto ya va muy retrasado como para aplazarlo más.
La titular municipal de Medio Ambiente amenazó en julio con enviar a la Policía Municipal a parar las obras de la línea 10 del Metro si el Gobierno de Joaquín Leguina se atrevía a iniciar los trabajos sin la pertinente licencia municipal. El 2 de agosto del año pasado, la Consejería de Transportes falló el concurso para la adjudicación de la obra. Se presentaron 13 ofertas. La competencia entre las constructoras, las principales del país, facilitó una rebaja del 36% en el precio final respecto a las estimaciones hechas por la Consejería de Transportes.
La unión temporal de empresas formada por Dragados y Construcciones / Cubiertas y MZOV ganó el concurso con el compromiso de ejecutar la nueva vía por 4.856 millones, 3.1000 menos del precio máximo de licitación previsto en el pliego de condiciones.
El proyecto incluye la construcción de un puente de 120 metros de longitud sostenido por un único pilar central, en forma de uve, que se situará, entre los bordes del río y la autopista M-30. Del pilar central partirán unos gigantescos tensores para sostener el puente. Es justamente esta obra de ingeniería la que ocasiona el malestar del PP.
