EI regreso cruel de los Panero

El cineasta Jaime Chávarri tiene la sensación de haber tenido un nieto. Veinte años después de retratar en El desencanto a la mujer y los tres hijos del poeta del franquismo Leopoldo Panero en una insólita y cruel disección de la familia española, otro cineasta, Ricardo Franco, ha continuado la historia. El filme Después de tantos años, que se estrena hoy, narra, una vez de saparecida la madre, la ruina y la desesperanza que el paso del tiempo ha causado en esos tres hermanos con trayectorias vitales muy distintas. Son Juan Luis, Leopoldo María y Michi. El mayor escribe alejado de todo en el Ampurdán; Leopoldo, el poeta, sale y entra del manicomio de Mondragón, donde le internaron hace diez años, y Michi, aquejado de una poli neurosis, debida al alcohol, y casi paralítico, sobrevive en un desvencijado piso de Madrid colaborando en prensa. Se notan mucho, demasiado, esos veinte años. Como dice Jaime Chávarri, El desencanto era un melodrama en el que unos jóvenes, con un futuro sin posibilidades, hablaban de su pasado, y en el nuevo filme se ve que ya no tienen futuro. La escritora Soledad Puértolas recuerda todavía la impresión que le causó El desencanto. "Lo de menos fue que fueran los Panero, eso no pasaba de ser una anécdota o un símbolo; lo importante es que por primera vez veíamos lo que sospechábamos: las dramáticas relaciones familiares confesadas abiertamente". Para la autora, esta segunda vuelta del drama narra "la decadencia, la soledad, la muerte y esa tristeza infinita ante la muerte". Después de tantos años plantea, en opinión de Puértolas, una reflexión sobre la vejez. "Aunque sin llegar quizás a los extremos de los hermanos Panero, todos los de mi generación hemos atisbado algo de esa vida intensa y destructora. Es como un espejo deformante de lo que somos, en el que té identificas y que te estremece", relata la escritora.

Gonzalo Suárez, director y escritor, opina que, esta película echa por tierra la creencia de que segundas partes nunca fueron buenas. "Después de tantos años arroja sobre El desencanto una reflexión terrorífica que la hace todavía más profunda. Es impresionante porque está muy bien realizada, con gran sensibilidad y fuerza".

De naufragio habla el escritor y crítico Vicente Molina Foix. "Del naufragio de El desencanto hemos pasado a los restos del naufragio: los tres náufragos en una isla desierta", dice Molina Foix, que echa de menos en Después de tantos años la ausencia de la madre, pero se alegra de ver cómo se desnudan en público tres personas "en una sociedad tan pacata como la nuestra".

Pero junto a la ruina anida la esperanza. El vitalista Ricardo Franco lo ha lanzado y Soledad Puértolas lo ha recogido. "La conclusión del filme es absolutamente esperanzadora. Se refleja en el tambaleo al caminar de Michi, quien, a pesar de todo, se agarra a la vida".