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Julio Anguita llama a la unión de la izquierda para suceder al 'felipismo'

Julio Anguita hizo ayer un llamamiento a todos los "progresistas y formaciones de izquierda" -incluidos los que sustentan al Gobierno y los que están en las filas del PSOE- hacia un "reencuentro constitucional" para suceder al felipismo. Un reencuentro para demostrar que tras el felipismo no tiene por qué llegar la derecha y que hay una alternativa de izquierdas. Pero antes, la dimisión de Felipe González y la convocatoria de elecciones generales. Cuanto antes.

Bajó las escaleras arreglándose el terno gris marengo. El gesto serio. La camisa, azul pálido. La corbata, discretamente roja. Subió al atril. Por delante de él desfilaban numerosos diputados que abandonaban el hemiciclo. Julio Anguita esperó a que salieran y, luego, habló mesurado, tranquilo, sin elevar el tono.Pero si el tono era tranquilo, el contenido cortaba como una navaja. Anguita llevaba un mensaje que guardó hasta el final. Había pedido la dimisión del "máximo responsable" de esta situación de "asombro y cólera", había pedido la convocatoria de elecciones anticipadas de forma inmediata. Y, como final, hizo una llamada a rebato a "todas las personas progresistas, a toda la gente de izquierdas, a quienes sustentan al Gobierno", e, incluso, a miembros del PSOE, para lo que bautizó como "reencuentro institucional" que garantizara la sucesión del felipismo.

En este "reencuentro" Anguita aseguró que nadie "reclamará la hegemonía" y que se respetarán "las siglas de cada uno". Unión de la izquierda para demostrar que no es verdad que después de González tenga que venir la derecha, ni que no haya una alternativa de izquierdas.

Fue la oferta más clara de Julio Anguita que, por lo demás, centró sus ataques en la persona del presidente del Gobierno. A él fue a quién le preguntó: "Nunca nadie tuvo en sus manos tanta confianza popular. ¿Qué han hecho ustedes con ella?. Y a él, a quien reprochó no haber sabido llevar adelante "la hermosa tarea" recogida en la Constitución.

Especial tensión

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Pero el debate adquirió especial tensión en las réplicas, contrarréplicas, dúplicas y contradúplicas. Hubo exceso de alusiones personales y nervios contenidos. Anguita inició su contrarréplica con un: "Sosiéguese, señor González, atempere los espasmos de la bilis y responda con la dignidad que se espera de un presidente de Gobierno". La verdad es que no era para tanto, porque González, aparentemente, no había perdido los nervios ni cuando Anguita le soltaba, como un trallazo, la palabra felipismo. Se lo dijo González: "No le he hecho imputaciones. Sólo en una ocasión he hablado del anguitismo, y usted ha dicho felipismo varias veces con afán peyorativo".

Pero es cierto que la química no funciona demasiado bien, entre ambos líderes. Se aprecia en ese leve gesto de Anguita cuando escucha a González, en ese fruncimiento tenaz de González cuando oye a Anguita. Y en las cada vez más numerosas alusiones personales.

Así que, si uno hablaba del felipismo, el otro se refería a que "usted es un peculiar intérprete de la Constitución". Y si Anguita se quejaba de que el presidente no había contestado a sus cartas, éste le replicaba que nunca contestaba a cartas a través de los medios de comunicación.

Casi era fuego cruzado. Los reproches sobre la pérdida de credibilidad de González que Anguita destacaba eran contestados con un "prefiero perderla haciendo lo que tengo que hacer al gobernar, que guardándola en una urna". Y si uno hablaba de la empresa pública, el otro le decía que así ya no se hablaba ni en la economía cubana. Coincidieron sin embargo en un reproche. Fue cuando se acusaron mutuamente de favorecer a la derecha.

Y un golpe bajo final de González que, sin venir demasiado a cuento, le soltó un "respete usted la independencia sindical". Anguita no contestó.

IU pide una comisión para investigar los GAL

Julio Anguita en dos ocasiones distintas pidió al presidente del Gobierno que convocara un pleno monográfico del Parlamento para hablar sobre el GAL, mientras que la diputada Rosa Aguilar anunciaba para hoy una propuesta de resolución en la que se pide una comisión de investigación sobre los GAL. También en este asunto la tensión entre Anguita y González, fue más que evidente."Si usted me dijera que yo estaba más preocupado por la lucha contra el terrorismo de ETA que contra el terrorismo del GAL, seguramente le diría. que tiene usted razón, señor Anguita". Felipe González, desde su escaño en el banco azul, con las gafas de leer en la mano, replicaba a un Julio Anguita que, también desde su escaño, le había acusado de no haber investigado suficientemente los actos criminales de los GAL.

González reconoció que "me he preocupado prioritariamente de ETA", pero rechazó las imputaciones de Anguita basadas fundamentalmente en informaciones de prensa. Y lo hizo de forma especialmente contundente cuando el líder de Izquierda Unida citó "un editorial en el que se incluía una frase atribuida a González: 'También se defiende al Estado desde las cloacas". González negó su autoría y cerró el debate diciendo a Anguita que si conocía al autor del editorial le dijera que "es un mentiroso".

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