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Tribuna:EL QUIRÓFANO
Tribuna
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Aroma clásico

Defensa. El Atlético armó su victoria a partir del trabajo defensivo. La solidez atrás fue el principio fundamental de su estrategia. Incluso, cuando la expulsión de Lopetegui le concedió la superioridad numérica. Cada futbolista rojiblanco, protegió su zona con concentración, anticipación y fiereza. Y cada uno, también, estuvo siempre presto para las ayudas.' Los delanteros azulgrana apenas contaron con espacio por donde plantarse ante Abel.Los planteamientos. D'Alessandro modificó ligeramente su dibujo ante el Barcelona.. Llevó su habitual 4-1-4-1 hasta un 4-2-3-1, en el que Vizcaíno recibía la ayuda permanente de Simeone para las tareas de contención en el centro del campo y Caminero jugaba de medio punta puro, más centrado que en otras ocasiones. Las novedades del Barça (subir a Koeman a la zona de creación y fijar a Abelardo sobre Kiko) se apagaron en el minuto 12. El conjunto catalán acusó la inferioridad numérica.

Balón parado. Las acciones a balón parado volvieron a convertirse en la munición más poderosa del Barcelona. Su gol llegó en un córner y sus mejores remates nacieron de unas cuantas faltas al borde del área. El Atlético, en cambio, no gozó de ninguna acción de este tipo. Tampoco es demasiada noticia en el conjunto rojiblanco.

Los fueras de juego. El Barcelona buscó su tranquilidad atrás en los fueras de juego. Tiró decenas de ellos a lo largo del partido, pero sin acierto alguno. Los futbolistas del Atlético rompieron la línea azulgrana con una facilidad desesperante. Todos los goles rojiblancos nacieron así. Los madrileños apenas dejaron metros libres entre su zona defensiva y Abel. Esperaron siempre muy atrás al rival y desde allí le mataron al contragolpe.

El debú equivocado. Lopetegui aparecía por. primera vez bajo los palos del Camp Nou. Todas las miradas iban a concentrarse en su persona. Pero su debú duró tan sólo 12 minutos, los que tardó Díaz Vega en expulsarle. Seis meses esperando para nada. Al final, Angoy, que no se olía una cosa así, fue el verdadero debutante. Jugó su primer partido oficial con el Barcelona y se estrenó con cuatro goles.

Valencia. Volvía a escena el colombiano después de un violento rifirrafe con D'Alessandro. Y lo hizo con ganas, hasta el punto de pintar su mejor partido en España. No sólo por sus dos tantos, impecables de ejecución, sino porque pudo siempre con Koeman.

Eliminatoria. Parece resuelta. El Barcelona necesita marcar un mínimo de cuatro goles en el Calderón para superar la ronda (el 0-3 le dejaría fuera por el valor doble de los goles fuera de casa).

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