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El 'Discovery' se acercó a sólo diez metros de la estación espacial 'Mir'

EE UU y Rusia ensayaron su primer encuentro en órbita en 20 años

El transbordador estadounidense Discovery se acercó a 10 metros de la estación rusa Mir ayer, a las 20.20 (hora peninsular española), después de un fin de semana de incertidumbre sobre la distancia del encuentro por un pequeño escape de combustible en el transbordador. Las delicadas maniobras de aproximación duraron toda la tarde. Después, la nave se apartó de la Mir para fotografiarla. Fue el primer encuentro espacial entre rusos y estadounidenses desde hace 20 años y un ensayo general del acoplamiento entre un transbordador y la estación, previsto para junio.

Los rusos, que temían que la estación Mir sufriera daños en sus paneles solares y sensores por el escape de combustible, mantuvieron el suspense hasta el último momento. Al final, los centros de control de Houston y Kaliningrado acordaron volver al plan original y dar luz verde a la máxima aproximación.La silenciosa danza en la que las dos gigantescas estructuras iban casi a darse la mano era un ensayo de lo que será, en junio de este año, el primer acoplamiento de un transbordador en una estación espacial. Ayer, el Discovery se situó frente a la Mir a 10 metros y luego empezó a rodearla lentamente a unos 400 metros de distancia haciendo fotos, como un profesional de la imagen gira en tomo a la persona a la que trata de retratar desde todos los ángulos posibles.

Nueve astronautas

De los seis astronautas de la tripulación del Discovery, sin duda el más emocionado era el ruso Vladimir Titov, sabiendo que iba a contemplar desde tan cerca lo que fue su casa durante todo un año, en 1987, y saludar con la mano a sus tres compatriotas en la Mir. Antes de ese momento, cuando el transbordador se había situado a 193 kilómetros de distancia de la estación, Titov emprendió su principal tarea en esta misión, la radiocomunicación con la tripulación de la Mir.

Las fotos y el ensayo de diferentes sistemas y posibilidades de aproximación son fundamentales para diseñar las próximas misiones del transbordador, a partir de junio de este año. En los diferentes vuelos habrá un intercambio de tripulaciones y un desarrollo conjunto de experimentos.

Los seis vuelos, programados hasta 1997, conforman la primera etapa del gran objetivo: la estación espacial internacional a cargo de EEUU, Canadá, Rusia, Japón y la Agencia Europea del Espacio, cuya construcción debería comenzar en 1997.

La avería que puso en peligro la aproximación máxima ayer se detectó poco después del despegue del Discovery. Las partículas de compuestos químicos lanzadas al espacio por los escapes de tetróxido de nitrógeno del propulsor "como de un geiser", según James Wetherbee, comandante del Discovery, causaron la alarma en el centro de Kaliningrado desde el primer momento.

Escape reparado

Viktor Blagov, número dos del programa espacial ruso, dijo que el máximo acercamiento posible debería limitarse a unos 84 metros para que las partes más delicadas de la estación Mir, que ya tiene 9 años de vida, no se vieran perjudicadas.

Mientras se negociaba una solución al problema, los ingenieros de la NASA permitieron a la tripulación clausurar el colector que conduce el combustible hasta el propulsor. Los rusos accedieron entonces a volver a los planes iniciales. Las fugas de combustible de los propulsores son incidentes menores frecuentes en los transbordadores, según los expertos de la NASA, y se originan por el efecto de las bajísimas temperaturas, que contraen el metal de los propulsores. Una forma habitual de su perar el problema es dejar que el sol recaliente la zona helada. En este caso, debido a la urgencia de la cita y al temor de los rusos de que la estación, sufriera daños, se tomó la decisión más rápida.

Hoy, el Discovery tiene previsto desplegar el satélite de observación astronómica Spartan, que será recuperado el jueves, al mismo tiempo que dos de los astronautas dan un paseo por el exterior de unas cinco horas. Los astronautas probarán nuevos trajes espaciales y se entrenarán en el manejo de objetos voluminosos, un trabajo que tendrán que hacer en los próximos años durante la construcción y montaje de la estación espacial.

Los astronautas del Discovery tienen, además, otras tareas. Una de ellas es lanzar pequeños objetos de metal al espacio, esferas y barras, que serán seguidos por los observadores desde la Tierra en el curso de un estudio sobre las rutas que sigue la "basura espacial" que se está acumulando en el espacio después de casi 40 años de lanzamientos.

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