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Los vecinos de Puerta Cerrada borran el mural de su fachada por "causar goteras"

Madrid tiene un gallo menos. Ya no existe el emblemático mural de El gallo carnicero que decoraba la medianería (pared ciega de un inmueble) del edificio que ocupa el número 3 de la plaza de Puerta Cerrada. Los vecinos han reformado la fachada y repintado el mural de color salmón claro. Según su versión, las goteras y filtraciones de agua que sufren desde que se pintó el mural hace 12 años les han obligado a ejecutar la obra que ha acabado con uno de los murales más famosos de la ciudad. Su imagen dio la vuelta al mundo como portada de un número que la revista Newsweek dedicó a Madrid. La concejal del distrito, María Antonia Suárez, asegura no haber autorizado el repintado y pedirá que se reponga.El mural desaparecido formaba parte de un conjunto de pinturas que ocupan varias medianerías de la plaza de Puerta Cerrada, entre las calles de Segovia y de Toledo. El autor de los murales, el diseñador madrileño Alberto Corazón, recuerda que las pinturas fueron un encargo de la Gerencia Municipal de Urbanismo en un intento de recuperar la tradición muralista de Madrid y crear un nuevo entorno en esa zona de la ciudad.

Como consecuencia de este plan, en 1983 se cerraron al tráfico dos de las calles que confluyen en la plaza y se pintaron los murales. Se decidió emplear un procedimiento muy madrileño, utilizado sobre todo en los siglos XVIII y XIX, que era el pintar sobre las paredes ciegas de los edificios simulando una fachada.

Enrique Bardají, que dirigía la Gerencia de Urbanismo en 1983, recuerda que no se previó el futuro de estos murales, que fueron patrocinados por diversas empresas. Por ello no tenían ningún tipo de protección.

La Junta de Centro pidió información de la obra cuando ya estaba terminada, según IU

"Pedimos autorización a los propietarios de los inmuebles antes de pintarlos", recuerda Enrique Bardají. "Todos concedieron el permiso, pero en ese momento no. se confirió ninguna protección específica para los mismos".Los vecinos del número 3 aseguran que las filtraciones de agua comenzaron justo después de que el Ayuntamiento pintara el mural. María Lucas, vecina del cuarto piso, explica cómo acudieron en su momento a denunciar el caso al Ayuntamiento. "El mismo Enrique Tierno Galván nos llamó para asegurarnos que iban a arreglarlo, pero nunca vinieron", indica. María lleva 12 años soportando goteras en la pared de su sala, justo al, otro lado de la cresta del gallo de Alberto Corazón. "El mural estaba lleno de grietas por las que cabía una mano. Cuando llegaba el invierno, yo descolgaba los cuadros de la pared para dejar paso libre a las goteras", recuerda. Según los vecinos del céntrico inmueble, cuando hace una década se pintó el mural se preparó mal la pared, de ahí los problemas.

Escalera inundada

Su convecino del segundo piso, Víctor Fuentes, que ejercía de presidente de la comunidad cuando se gestionaron las obras de la fachada, explica que acudió al departamento de, obras de la Junta Municipal del Distrito Centro para preguntar por la conservación del gallo. "En la junta me dijeron que podíamos hacer lo que quisiéramos con el mural. A mí me gustaba mucho el gallo, pero me preocupaban más las filtraciones que inundaban la escalera todos los inviernos", dice Fuentes.

Los vecinos se muestran favorables a que vuelva a pintarse el mural, siempre que se haga por un procedimiento que no altere el muro que han reparado.

La concejal de Centro, María Antonia Suárez, del Partido Popular, opina que se ha producido una infracción y que los responsables deben reponer el mural.

El vocal de Izquierda Unida en el distrito, Centro, José-Luis Casaus, corrobora que ha existido infracción. "Según el expediente, la empresa constructora solicitó una licencia para reformar la fachada y la medianería al departamento de obras de Centro. Obras hizo un requerimiento para que se especificara qué medianería era la afectada, pero este requerimiento llegó tarde, cuando la obra ya estaba terminada", indica Casaus.

"Es un desmán provocado por el tedio de este gobierno municipal, por la inercia de no hacer absolutamente nada", critica el vocal de Izquierda Unida.

Falta de aprecio

Pata Alberto Corazón, "lo doloroso es la falta de respeto y aprecio hacia la ciudad y la falta de discusión sobre la ciudad. Ahora cualquier cosa que se hace en Madrid depende exclusivamente del gusto del diseñador y no se tiene en cuenta la tradición madrileña". Corazón explica que los murales de la plaza de Puerta Cerrada reflejan lo que había detrás de ellos. Así, el bodegón y el gallo disfrazado de cocinero hacen referencia a las huertas del Manzanares, ya que la zona de las cavas era donde se vendían los productos cosechados en ellas.

El pintor Juan Cabestany, autor del mural situado en la plaza de Cascorro, critica la dejadez del Ayuntamiento en la conservación de estas pinturas urbanas. "Yo pedí al Ayuntamiento que me facilitara medios para el mantenimiento de las pinturas, porque están muy deterioradas al, estar a la intemperie", argumenta Cabestany. La última noticia que tuvo sobre el asunto le llegó a través del arquitecto de la zona, quien le aseguró hace un año que iba a hacerse una restauración.

El gallo del 'Newsweek'

El autor del mural desaparecido de la plaza de Puerta Cerrada, el diseñador Alberto Corazón (Madrid, 1942), aseguró a EL PAÍS que sería barato repintar el mural, ya que aún conserva en su poder los bocetos que utilizó para confeccionarlo. "Estaría encantado de volver a pintarlo", añadió.El gallo de Puerta Cerrada no era ningún desconocido. Llegó a ser reproducido en el semanario norteamericano

Newsweek, ilustrando un reportaje dedicado a Madrid. También apareció en algunas guías japonesas sobre la ciudad. Figuró asimismo como foto de portada.

Durante sus primeros años, el animal se hizo muy Popular en el barrio. Los miembros de la asociación de vecinos se disfrazaban de gallo en los carnavales e incluso hubo un intento de que se convirtiera en emblema de los comerciantes del barrio. El gallo y en general cualquier animal es un recurso muy habitual en la publicidad del comercio madrileño. Corazón especialmente recuerda un besugo con bombín.

El propio gallo, nació inspirado por la publicidad de un comercio de la zona. "La cabeza está sacada de un papel de envolver que usó una carnicería del mercado de la Cebada", reconoció el diseñador. "El resto es creación mía", explicó.

Un gallo cocinero similar al del diseñador Corazón aparece también en un cartel pintado por Robert Hardmeyer en 1905.

Corazón es autor de logotipos como los de Paradores Nacionales, Cercanías o la ONCE.

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