Londres y Dublín pugnan por mantener en pie el proceso de paz en el Ulster

Altos funcionarios de los Gobiernos británico e irlandés se entrevistaron ayer en Dublín para estudiar una estrategia conjunta que impida un "descarrilamiento" de las conversaciones de paz sobre Irlanda del Norte. La reunión, tan inesperada como la drámatica intervención del primer ministro británico, John Major, ante las cámaras el miércoles, sólo pretende taponar la herida abierta por la filtración a un diario de Londres del secreto borrador político que elaboran ambos Gobiernos sobre el futuro del Ulster. El líder de la oposición, Tony Blair, prestó ayer su total apoyo a Major.Una de las primeras decisiones tomadas por Londres y Dublín ha sido la de investigar el origen de la filtración a The Times de las propuestas del documento que, según todos los indicios, prepara el terreno para una Irlanda unida.

A juzgar por las reacciones de los líderes unionistas, la intervención de Major, que pidió "tiempo" y "confianza" para llevar a puerto las conversaciones de paz, no logró su objetivo. Dublín, por su parte, anunció la próxima liberación de cinco miembros del IRA (Ejército Republicano Irlandés).