_
_
_
_

El hechicero Jorge Reyes

Octavio Cabezas

Llegar, asombrar, estremecer, triunfar. Eso hizo el multiinstrumentista mexicano Jorge Reyes el lunes por la noche en la sala Suristán. Ante unas 150 personas que abarrotaban el recinto, Reyes desplegó sus armas -decenas de tambores, cántaros, ocarinas y flautas, algunas demás de 800 años de antigüedad-, dispuesto a conquistar al público madrileño. Y vaya si lo hizo. Y cómo. Fueron 70 minutos de matrimonio entre las músicas precolombina y electrónica sin interrupciones ni descansos.A guisa de chamán. poseído por oscuros y olvidados dioses, Reyes tocó, gimió, aulló. Hizo música incluso con un cacharro lleno de agua y produjo estupendas percusiones a base de golpearse rítmicamente en el pecho y en las extremidades, o de ahuecar la boca.

De esa forma, el pequeño escenario del local se transformó en un altar de resonancias prehispánicas. El derroche de energía de Reyes fue tal que acabó agotado, superviviente de un viaje iniciático. Y el público, en su mayoría, con la boca abierta.

La única nota discordante la puso algún gracioso apalancado en la barra, cuyos ruidos podían oírse en primera fila. Curiosa manera de invertir las mil pesetas que costaba la entrada.

Lo que más afecta es lo que sucede más cerca. Para no perderte nada, suscríbete.
SIGUE LEYENDO

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo

¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?

Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.

¿Por qué estás viendo esto?

Flecha

Tu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.

Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.

En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.

Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.

Archivado En

Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
Recomendaciones EL PAÍS
_
_