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Una marcha en Argel contra el integrismo acaba en plebiscito pro Zerual

"El pueblo y el Ejército, con Zerual". Lo repitieron ayer incansables millares de ciudadanos durante cerca de dos horas, mientras recorrían pacíficamente las principales avenidas de Argel, que quedó paralizada, en una manifestación convocada contra el terrorismo, contra los acuerdos de la oposición en Roma, por la instauración de un diálogo y en apoyo de las elecciones presidenciales. La manifestación se convirtió así en un plebiscito en favor del presidente de la República, el general Liamin Zerual.

Comercios y oficinas públicas estuvieron cerrados a cal y canto durante esa concentración que se poduce pocos días después de que el general Zerual convocara a los partidos políticos de la oposición a participar en: unas elecciones presidenciales a celebrar en julio y con las que pretende recuperar el proceso democrático, abandonado hace más de tres años.En la manifestación participaron sobre todo mujeres y jóvenes, que portaban banderas de Argelia, retratos del presidente asesinado Mohamed Budiaf, del padre de la patria Huari Bumedian, pero sobre todo de Zerual. Todos ellos mezclados con pancartas y carteles en las que se podían leer todo tipo de consignas de apoyo al general presidente, en favor del diálogo, contra la violencia y en rechazo a la reunión que la oposición celebró a principios de enero en Roma.

En medio de este gentío se alzaba por encima de las cabezas la figura tosca de un espantapájaros, construido con palos y telas, caricatura de Estados Unidos, de cuyos brazos pendían media docena de cadáveres negros. Era la crítica abierta y clara hacia el Gobierno de Washington, al que en medios oficiales se acusa en voz baja de entrometerse en los asuntos internos de Argelia, financiando y apoyando la oposición, sobre todo la integrista, representada por el Frente Islámico de Salvación (FIS).

La marcha de ayer de Argel, convocada oficialmente por asociaciones y organizaciones de carácter no político, así como por la Asociación de Víctimas del Terrorismo, ha estado precedida por una serie de movilizaciones similares efectuadas en los últimos días en los puntos más diversos del país y que han sido calificadas de "espontáneas" por una Administración, que no ha dudado en darles su apoyo.

La movilización de Argel no fue una excepción, ya que contó con la protección de todos los aparatos y medios de seguridad del Estado, incluido un helicóptero, que se desplegaron a lo largo de los tres kilómetros del recorrido; desde la plaza del Primero de Mayo, hasta la de los Mártires, al pie de la alcazaba, junto al viejo puerto. Los gendarmes estaban apostados en cada esquina, en cada portal de las viviendas, en las azoteas, mientras en la calle policías de paisano se dedicaban a buscar sospechosos.

La marcha fue calificada por los observadores diplomáticos en Argel como un éxito del Gobierno, ya que según ellos demostró, por una parte, la capacidad del Ejecutivo para controlar la calle y, por otra, puso en evidencia que las propuestas políticas diseñadas por la Presidencia de la República como alternativa a las proclamadas por la oposición en Roma cuentan con un apoyo popular. Es el principio de una campaña presidencial, en la que se vislumbra ya como gran candidato el presidente general Liamin Zerual. Incluso en esto los islamistas moderados parecen estar de acuerdo. Falta sin embargo lo más difícil, consensuar un gran paquete de reivindicaciones, entre las que se encuentran dos puntos claves, el fin de la violencia y la rehabilitación del FIS.

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La sonrisa perdida de Argelia

Lella Aslaui, ex ministra de la Juventud y ex portavoz del Gobierno, que dimitiera hace meses como protesta por los intentos de diálogo establecidos por la presidencia de la República con los dirigentes integristas del Frente Islámico de Salvación, participó ayer en la manifestación en las calles de Argel. Caminó confundida entre una masa de mujeres, custodiada por varios guardaespaldas y llevando en sus manos el retrato de su marido, asesinado en otoño por un comando integrista en su consulta de dentista, en los aldeaños de la alcazaba de Argel.Horas antes de que Aslaui saliera a la calle con el retrato de su marido, había criticado en la prensa la actitud de Estados Unidos -"se equivoca con respecto a Argelia", opina- y se mostraba esperanzada con respecto a la convocatoria de unas elecciones presidenciales, que según ella permitirán "el retorno de la legitimidad por las urnas".

Al acabar la manifestación Leila Aslaui, custodiada por los policías de paisano, acompañada por un grupo de mujeres, cruzó la Plaza de los Mártires y se perdió anónimamente entre el gentío que volvía ya a sus casas. Siempre con el retrato de su marido bajo el brazo. No era la de antes. Esta mujer, como Argelia, ha dejado de sonreír.

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