Alemania sufre la segunda 'inundación del siglo' en 13 meses por lluvias torrenciales
Por segunda vez en 13 meses, Alemania vive una llamada inundación del siglo, que ha causado ya 28 muertos en diferentes países europeos y no tiene trazas de remitir. Las lluvias no cesan, y se teme que el Rin supere el nivel alcanzado en la inundación de hace poco más de un año. En la madrugada del sábado, el Rin rebasó la barrera de los 10 metros y comenzó la inundación de la ciudad vieja de Colonia, la zona de tabernas, donde ayer el agua alcanzaba ya niveles de dos metros de altura.
Miles de personas quedaron aisladas y algunos barrios de Colonia sólo se alcanzan con barca. Las autoridades del gobierno regional de Renania del Norte y Wetsfalia advertían por radie a los turistas de catástrofes que se, abstuvieran de acudir a la zona porque impedían el trabajo de las fuerzas de salvamento. De nada servían las advertencias de que la policía multaría a los curiosos, que en manadas acudieron durante el fin de semana para no perderse el espectáculo.Si no hubiese de por medio seis víctimas mortales, hasta un total de 22 si se suman las de los países vecinos, Francia y Bélgica, y los daños sufridos por miles de personas la nueva inundación del siglo casi invita a la broma. En gran parte no se trata de una catástrofe natural, porque responde a los desastres y atentados cometidos contra la naturaleza.
Gran número de ríos y riachuelos de la cuenca del Rin han sido canalizados y miles de metros cuadrados en sus riberas convertidos en terrenos edificables. La consecuencia es la destrucción de los cauces naturales de los ríos, que ahora van aprisionados entre cemento y arrojan toda su agua sobre el padre Rin, al que no le queda más remedio que salirse violentamente del cauce.
Los ecologistas tenían razón
Ha resultado que los ecologistas tenían razón con sus advertencias y ahora la naturaleza se venga con una inundación del siglo cada 13 meses. La combinación de lluvias prolongadas, aguanieve y deshielo han desencadenado este nuevo desastre. Añaden los ecologistas como causa los cambios climáticos, consecuencia de alteraciones atmosféricas provocadas por el hombre.
El tema adquiere en Alemania una componente política. El Gobierno federal ha declarado que no puede haber ayudas directas para los damnificados y se limita a poner a disposición de las zonas afectadas las fuerzas federales de frontera, el Ejército y la asistencia técnica. El ministro de la Cancillería, el democristiano Friedrich BohI, ha declarado que, por motivos constitucionales, el Gobierno federal no puede prestar ayudas directas. Según el ministro, este tipo de ayudas corresponde a los gobiernos de los Estados federados. Queda la posibilidad de que a la hora de la declaración de impuestos se deduzcan los gastos derivados de la catástrofe como pérdidas extraordinarias.
La zona catastrófica ha alcanzado a países vecinos de Alemania. En los Países Bajos, 6.500 personas tuvieron que ser evacuadas en la ciudad fronteriza de Venlo ante las aguas desbordadas del Maas. En Maastricht había 77 kilómetros inundados y 2.600 casas quedaron bajo la aguas. En varias regiones de Francia" como Bretaña, Normandía y las Ardenas, se había evacuado muchas casas ante las inundaciones.
Los informes meteorológico advierten que no se puede esperar una mejoría en los próximo días. En Alemania se toma ya este nuevo desastre con una cierta flema.
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