Los jóvenes y la política

La juventud es un elemento social de suma importancia en nuestro país, por su número y por su pluralidad, por lo que la atención y las acciones políticas son prioritarias sobre este grupo.Pero ello no posee una traducción directa en la participación política de los jóvenes.

A la hora de realizarse el análisis de la acción política de la juventud, se tiende a pensar, creo que erróneamente, que el criterio político de los jóvenes no es objetivo, puesto que han vivido "siempre en democracia", "no saben lo que pasó", "sólo conocen el Gobierno de los socialistas", "no saben lo que quieren", "quieren cambiar por cambiar", o "están hartos y quieren cambiar". También se dice que los jóvenes "pasan de política" porque tienen "una escala de valores diferente". A mi entender, nunca los jóvenes hemos contado con una formación de tan alto grado ni con una información tan amplia y plural, que beneficie nuestro espíritu crítico y la concepción objetiva de nuestro pensamiento político; ni se puede asegurar que los nuevos modelos de participación social que adoptamos los jóvenes no sean participación política, sólo porque no se parezcan a las del Mayo del 68 o a la España del 75 modelo Raimon.

Ocurre que existe una ruptura entre el modelo de participación social y política que los jóvenes

defendemos y el modelo que ofrecen los partidos políticos para participar. No existe una consonancia entre las organizaciones políticas juveniles y los jóvenes, en tanto no exista una simetría real entre los partidos políticos y la sociedad.

Los jóvenes somos un sector permeable de la sociedad, abiertos a influencias y a relaciones de cualquier nivel: cultura, deporte, formación, economía, empleo, vivienda; mientras que en los partidos políticos la juventud es un sector estanco, enmarcado en una estructura de los chicos con los chicos, las chicas con las chicas y los grandes con los grandes. Las organizaciones políticas juveniles no representan a nada ni a nadie, los líderes políticos juveniles nacen en los aparatos, viven de los aparatos y mueren en los aparatos sin descender y vivir en sociedad su liderazgo.

Cuando los partidos políticos consigan integrar a los jóvenes en sus estructuras, cuando las organizaciones políticas juveniles desaparezcan, los jóvenes participarán más en política. Ello sólo se soluciona desde la fuerza que los jóvenes hacemos con nuestra participación social y política, activa, constructiva, crítica, solidaria y voluntaria.-