El pabellón de Madrid en Fitur ofrece cultura, ocio y "noche sin fin"

"Rompeolas de todas las Españas", decía Antonio Machado. Y también de casi todas las posibilidades. El pabellón de Madrid en la Feria Internacional de Turismo (Fitur) da prueba de ello. Sobre sus mostradores, cuajados de folletos, hay ofertas para todos los gustos: desde publicaciones culturales hasta invitaciones y publicidad para sexy shows -uno de ellos ofrece "erotismo selecto"-. Todo, sin olvidar las inevitables pegatinas.

Estrellas sobre fondo rojo y un rótulo: Madrid turismo. Justo a la entrada del pabellón número 7, dedicado a las comunidades autónomas, Madrid enarbola sus símbolos en una cita que durará hasta el domingo. Imágenes de la diosa Cibeles o la universidad alcalaína. A la derecha, bajo el oso y el madroño, los representantes del Patronato Municipal de Turismo ponen énfasis en el Madrid, ciudad de congresos.Una oferta lógica si, como dice el encargado de esta cuestión, Antonio Hernangómez, "aún no hemos tocado techo". Los recintos de reuniones de la capital han crecido en mayor proporción que el número de eventos. Y es que los congresos son una importante fuente de ingresos. Siete de cada 10 visitantes que llegan a Madrid están en viaje de negocios, sólo tres son considerados turistas puros.

De todas formas, el pabellón en el que conviven Comunidad y Ayuntamiento intenta no olvidar a nadie. En sus mostradores, repartidos por temas y gremios, los amantes de la naturaleza, por ejemplo, pueden recabar datos sobre la Sierra Norte.

La Consejería de Economía ha editado varios folletos, desde la cultura hasta el comercio. En el Madrid compras se explica que el comercio capitalino tiene "oferta variada y unos precios razonables".

Ciudad noctámbula

"Es difícil encontrar una ciudad con una vida nocturna más animada que la madrileña. Tanto es así que se ha convertido en uno de sus mayores atractivos", se lee en otro folleto oficial, titulado Madrid noche. También advierte: "En Madrid, cualquiera que sea el día de la semana, las noches no tienen fin. Y sin embargo, se hacen cortas porque hay tantos sitios donde ir que siempre parece que hay tiempo para descubrir un local más". También se aporta un horario para el visitante noctámbulo: "Los bares y restaurantes cierran generalmente a las doce o la una. A partir de esa hora, y hasta las tres de la madrugada, es el momento de los discobares. Y desde las tres hasta las cinco o seis de la mañana, la cita es en las discotecas".

El folleto no alude a los espectáculos publicitados a un par de metros: el mostrador de los empresarios de salas de fiestas presenta una oferta que va desde el casino hasta las discotecas, pasando por lugares donde los caballeros no suelen llevar a sus esposas.

El miércoles por la tarde, cualquier visitante podía coger una invitación para un sexy show en Getafe o una tarjeta para una céntrica sala de espectáculos en la que se ofrece "sexy show, sex porno, erotismo selecto, arte sexy, sonido, luz".

Sin embargo, esta información no parecía la más demandada. "Lo que más nos piden es la guía de hoteles", explicaban un par de azafatas. Lo que temen ahora es la esperada "avalancha del fin de semana", cuando eI recinto, dedicado a los especialistas turísticos entre el miércoles y el viernes, quede abierto al público. "La gente arrasa. Se lleva todos los folletos, las pegatinas... Todo lo que encuentra, incluido nuestro paquete de tabaco", dicen desde la experiencia.