La Funeraria se lleva un cadáver mientras la familia esperaba en La Paz

Nadie esperaba al cadáver del hijo de dos meses de edad del matrimonio Paiva, en la pedanía de Villamejía, en Badajoz. Pero el pasado domingo llegó el furgón al pueblo con el cuerpo del crío, que había fallecido el sábado en el hospital La Paz, tras pasar tres veces por el quirófano.Sus padres, entretanto, permanecían en Madrid ajenos a que el cadáver ya había abandonado la ciudad. Un error en la fecha de salida del cuerpo -domingo 22 en lugar de lunes 23, como esperaban los progenitores- hizo que Benito Paiva, el panadero de Villamejía, y su mujer se enteraran en Madrid, por teléfono, de que el cadáver de su hijo se hallaba ya en el pueblo extremeño.

"Llegó a Villamejía solo, como un perrito", decía ayer entre sollozos Benito. Una vez enterrado su hijo, el pasado lunes, lo que más le duele es no haber podido velar el cuerpo durante el trayecto desde la capital. El furgón esperó cuatro horas en la plaza del pueblo sin que nadie recibiese el ataúd, hasta que Benito y su mujer llegaron en un coche que puso a su disposición la Empresa Mixta de Servicios Funerarios de Madrid.

En esta empresa, que efectuó el traslado, no asumen ningún posible error: "Recogimos el cuerpo", explica Gabino Abandes, responsable del servicio funerario, "porque así constaba en el registro que habían rellenado los padres del niño en nuestras oficinas el sábado por la tarde".

En el hospital La Paz, donde en principio el cuerpo iba a permanecer hasta el lunes para que le fuese practicada una autopsia a petición de los médicos, tampoco quieren saber nada de errores. Ellos dieron salida al cuerpo el domingo; a pesar de que había quedado bien claro que la autopsia sería el lunes por la mañana. "El trabajador de la funeraria se presentó con los papeles de traslado en regla y con la firma de Benito Paiva y el permiso de la Consejería de Salud, así que nosotros accedimos al traslado", dijo ayer un portavoz del centro sanitario.

El niño fue enterrado el pasado lunes. Esta vez sí estuvo su familia para acompañarle.