Cuatro lectores dolidos
Los lectores suelen quejarse por temas muy diversos y a veces hasta contradictorios. Pero hay temas en los que sí suele existir convergencia: copio las presuntas "discriminaciones" de cualquier tipo y la publicación de algunas fotos que. puedan crear perjuicios. Hoy, este departamento ha querido recoger algunas quejas sobre dicha problemática.
¿Debía publicarse la foto?
De Ramón Muñagorri Triana, abogado urbanista, apareció una foto en la edición de Madrid del 13 de diciembre pasado, en un artículo firmado por Carlos Yárnoz, redactor jefe de Investigación, sobre el presunto escándalo de corrupción de un pacto para adjudicarse 70 gasolineras de la Comunidad de Madrid antes de, salir a concurso. Su foto aparece al lado de la de Eduardo Larraz, ex concejal presunto involucrado en el asunto, mientras que de él se dice en el artículo que "es falsa" la acusación que se le hace y que el ataque contra él "puede tener origen en el hecho de que, en su despacho profesional figura como cliente un gasolinero que optará al concurso". En su queja, Muñagorri reconoce que la crónica está escrita "en la mejor línea de la profesionalidad de ese periódico, del que soy lector desde su fundación". Pero precisamente por ello añade que, una vez confirmada en la misma crónica "la falsedad" de las acusaciones que se le han he cho, no es justo que se publique su foto. Sobre todo, piensa el lector, porque la presencia misma de su foto en un artículo sobre corrupción "puede tener más efecto que el contenido del artículo".
Yárnoz y Alex Grijelmo, redactor jefe este último de la sección de Madrid, interpelados por este departamento, así han respondido conjuntamente: "Desde un punto de vista profesional, la inclusión de la foto está justificada porque el ex concejal Muñagorri es noticia por dos aspectos: ha sido acusado en anónimos investigados por el Ayuntamiento y tiene como cliente de su despacho profesional a un gasolinero. Es lógico y lícito que exprese sus quejas, pero, como él mismo reconoce, sólo aquellos que no lean la información y únicamente vean los titulares y la fotografía pueden sacar alguna conclusión equivocada". ¿Es suficiente? Desde el punto de vista profesional, sí. Pero el Defensor del Lector, en éste y en otros casos similares de quejas sobre la publicación de fotografías que pueden acarrear algún perjuicio al interesado, preferiría que nuestro diario, por lo menos en caso de duda, se inclinara a la hora de su publicación, más que por el lado puramente profesional, por el de la presunción de inocencia.
Una foto equivocada
Ricardo López Arraiz, director general.de la firma OHMEDA, SA, de equipos de anestesia, ha pro testado porque en la crónica del 3 de enero de 1995, en la página 20, aparecía un artículo titulado Un hospital público coruñés y un suministrador de aparatos se culpan de graves fallos de anestesia, ilustrado con una foto de la que dice que "Cualquier médico anestesiólogo la identificaría con un equipo de la firma OHMEDA". Y añade que, aunque en el artículo queda muy claro que la empresa a la que se achaca el incidente es Drager, "tanto la fotografía como el pie de foto confunden al lector dañando gravemente nuestra imagen". Malen Aznárez, redactora jefa de Sociedad y responsable de dicho pie de foto, ha explicado así el error cometido al Defensor del Lector: "La foto llegó retransmitida_desde La Coruña, justo a la hora del cierre de la primera edición, con el pie de foto puesto por el fotógrafo cortado por defectos de transmisión. En el mismo [adjunta copia a este departamento] se señalaba: 'Interior de un quirófano, a través ventana... (cortado), de anestesia que causó un coma a un paciente'. Y dado que se había hablado con el fotógrafo y se había pedido la foto, concreta del aparato supuestamente causante del fallo de anestesia, la redactora jefa dio por hecho que el aparato de la fotografía correspondía al mismo".
Sin duda nos equivocamos. Por ello, en casos así, ante la duda, sería preferible pecar de escrupulosos, renunciando incluso a la publicación de la foto.
"Modos de alcalde de pueblo"
Álvaro Enrech, de Zaragoza, considera una afrenta para los miles de "alcaldes de pueblo" la frase del artículo de Javier Torrontegui publicado el 16 de enero pasado, titulado La soledad de un presidente. Refiriéndose a José Marco Berges, presidente de la Comunidad de Aragón, se afirma que trasladó hasta la Diputación General de Aragón "sus modos de alcalde de pueblo que durante los. años anteriores había implantado también en la Diputación Provincial de Zaragoza".El lector subraya que atribuir esos métodos mafiosos que se le achacan en su conducta a José Marco a "los modos de alcalde de pueblo" es hacer una ofensa a la "categoría" de dicho. colectivo.
Javier Torrontegui reconoce que se ha equivocado, pero que de ningún modo quiso injuriar a una categoría que le merece el máximo respeto. Sin olvidar, dice, "que yo soy también de pueblo y me honro de serlo". Lo que quiso decir con la frase desafortunada Javier fue que el presidente estaba usando sus viejos métodos "caciquiles" de ganarse el control interno del partido. "Y que en eso sí ratifica su crónica", subraya Javier.
"Empresario judío-español"
¿Se puede usar la expresión "judío-español"? Es el problema que plantea Simón Hassan Benasayag, de Sevilla, tras haber leído el 20 de diciembre pasado, en el artículo de M. Á. Noceda, que Marc Rich, uno de los principales inversores mundiales en materias primas, es un "empresario judío-español". En su parta, Hassan escribe: "Parece ser que seguimos empeñados en fomentar, con noticias como ésta, el racismo y el antisemitismo". Y añade: "Más de un lector acabará pensando que cada vez que hay un escándalo financiero aparece un judío, y me pregunto a qué viene ese empeño en dar a conocer Ia religión del señor Rich. Y si es un dato tan importante, ¿por, qué no se dice también el cristiano Conde, o, mejor aún, el banquero cristiano-español Mario Conde?".El Libro de estilo dice, en efecto, que 'judío" se usa como religión "para los que profesan la ley de Moisés". Miguel Ángel Noceda, autor del artículo, acepta sin más que ha caído en un "estereotipo" y que la expresión "judío-español" era incorrecta por innecesaria. Y añade: "Espero que no se nos vuelva a escapar".
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