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26 familias 'okupan' por segunda vez unos pisos municipales ya adjudicados

Son okupas de ideas fijas. Veintiséis familias han asaltado por segunda vez en un año un bloque de la, Empresa Municipal de la Vivienda (EMV), paralizado desde 1993 por suspensión de pagos de la constructora, en el Camino de la Vereda, 5 (Vallecas Villa). Su primer asalto lo ejecutaron en abril de 1994. Seis meses después fueron desalojados por orden judicial. Hace una semana volvieron a entrar. Las casas están destinadas a otros vecinos que malviven en las cercanas casuchas del Cerro de la Bendita.

La mayoría de estos okupas son parejas muy jóvenes que residían con sus familias en pisos públicos de la UVA de Vallecas. El consejero delegado de la EMV, Luis Armada, asegura que casi la mitad ha vendido otras viviendas sociales de las que eran adjudicatarios. "Entre ellos1ay auténticos profesionales que venden un piso público y ocupan otro a ver si hay suerte y les vuelven a conceder vivienda", añade.Por su parte, estas familias se justifican: "La obra estaba parada, necesitábamos vivienda y entramos; nos echaron y los trabajos siguieron paralizados, con lo que volvimos a meternos. No nos negamos a pagar algo, si es preciso".

"En casa de mis, suegros vivíamos ellos, mi mujer y yo, mi cuñado con su esposa y otro hermano deficiente", explica uno de estos jóvenes, dedicado a la venta ambulante. "Como así no se podía seguir, empezamos a entrar a pisos públicos vacíos".

Han conseguido hacer del correveidile un sistema de información de, primera mano. Entre ellos hay una avanzadilla formada por cinco o seis parejas que recorren las promociones de vivienda social y avisan al resto. Su eficacia es la de un escuadrón.

Pedro Ortiz, presidente de la Asociación de Vecinos La Defensa, que ha seguido los realojamientos del Camino de la Vereda, no está de acuerdo con la actuación de estas familias. "Entre ellos puede haber personas necesitadas, pero en Vallecas hay muchos jóvenes con los mismos problemas y no se dedican a asaltar pisos destinados a otros vecinos de bajos recursos", asegura.

Armada reconoce que la construcción, formada por pisos modestos teñidos de azul, lleva parada desde 1993 por la suspensión de pagos de la empresa Fomeco. "Quedan dos meses de trabajos, pensábamos adjudicar pronto la obra a otra compañía para poder entregar los pisos en primavera, pero mientras haya okupas es imposible", explica.

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"El bloque está custodiado por guardas jurados, pero tiene numerosas puertas y se puede entrar a él con facilidad", concluye Armada. La orden de desalojo ha sido solicitada ya en el juzgado.

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