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Japón inicia ya la tarea de reconstrucción después del trágico terremoto de Kobe

Los muertos en el terremoto que sacudió Japón el pasado martes (más de 3.700 contando los desaparecidos) ya tienen precio. El Gobierno japonés anunció ayer a cuánto ascenderá la indemnización a los familiares de los fallecidos. La pérdida del cabeza de familia recibirá la máxima indemnización de las arcas del Estado: cinco millones de yenes (6,7 millones de pesetas). Más de 3.000 cadáveres se habían contabilizado hasta anoche, y 869 personas seguían desaparecidas. El número de heridos se acercaba a los 15.000, y unas 150.000 personas estaban sin hogar.

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Japón ampliará su presupuesto del próximo año fiscal (que comienza el 1 de abril) en 100.000 millones de yenes (134.000 millones de pesetas) para financiar las indemnizaciones y colaborar a la reconstrucción de la zona. Las pérdidas totales por el seísmo, según las estimaciones del diario Yomiuri citadas por la agencia Efe, superarán las contabilizadas en el terremoto de Los Ángeles en 1994, que ascendieron a 30.000 millones de dólares (casi cuatro billones de pesetas).Las indemnizaciones del Gobierno japonés a los familiares de las víctimas fueron. anunciadas ayer. Cinco millones de yenes (6,7 millones de pesetas) por la pérdida del cabeza de familia; la mitad por el fallecimiento de cualquier otro miembro de la unidad familiar. La indemnización por heridas graves al cabeza de familia ascenderá a 2,5 millones de yenes (3,35 millones de pesetas,) y también será la mitad la cuantía a recibir si los heridos no tienen familiares a su cargo.

La ayuda oficial compensará la limitada financiación que los japoneses pueden esperar de sus aseguradoras tras un terremoto. Prácticamente ninguna compañía de seguros presente en la zona cubre el riesgo de seísmo. Según la agencia Moody's, las aseguradoras sí pagarán a los clientes fallecidos con seguro de vida, pero ello no les ocasionará ningún problema de liquidez.

Ni agua ni gas

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Casi todas las víctimas y más de la mitad de los heridos por el mayor terremoto de los últimos 50 anos en Japón son ciudadanos de Kobe, una ciudad portuaria de millón y medio de habitantes cercana a Osaka. Harán falta dos o tres años para reconstruir las casi 12.000 casas y edificios que destruyó el terremoto en la ciudad, según el ministro de la Vivienda, Koken Nosaka. La mayor parte de los edificios que quedaron en pie, además, no tienen agua corriente, gas o electricidad.

El alcalde de Kobe aseguró ayer que sólo tiene comida y agua para abastecer a una tercera parte de los 140.000 ciudadanos que han perdido su vivienda en el desastre y se alojan en 350 improvisados refugios, informa Reuter. El estallido de la conducción del gas provocó 176 incendios en la ciudad que ayer estaban prácticamente controlados.

Las cabinas telefónicas eran la única forma de comunicación. con Kobe, que verá paralizado, durante al menos tres meses, su. conocido tren bala. Repararlo costará entre. 500 y 1.000 millones de dólares (entre 66.500 y 133.000 millones de pesetas). El puerto de Kobe, por el que salía el 12% de las exportaciones de Japón, ha quedado seriamente dañado y no está claro cuándo podrá volver a funcionar. La autopista con Osaka estará en obras al menos un año.

Hallar a los desaparecidos es una de las tareas prioritarias de los servicios de rescate. Casi mil personas deben estar enterradas bajo los escombros. El Gobierno de Japón ha solicitado al suizo que le envíe perros especializados para colaborar en la búsqueda de posibles supervivientes y recuperar los cadáveres. Suiza respondió que enviará un equipo de especialistas en estas tareas.

Los servicios de rescate lograron salvar ayer con vida a dos ancianos que quedaron inmovilizados al desplomarse sus viviendas. Shinji Adachi, de 64 años, fue rescatado de entre los restos de su vivienda de madera 32 horas después del seísmo. Su madre, que vivía con él, falleció. Otro hombre de 70 años esperó 21 horas la liberación por parte de los servicios de rescate.

Pero el desastre no desanimó ni a los expertos ni a la cotización del yen en los mercados internacionales. El esfuerzo de reconstrucción, argumentan algunos economistas, estimulará la economía japonesa. Los analistas de la agencia Moody's son más cautos y sólo señalan que "no es previsible que el terremoto tenga un impacto significativamente negativo en la economía o en su sistema financiero".

Entretanto, el presidente norteamericano, Bill Clinton, telefoneó ayer desde Los Ángeles al primer ministro nipón, Tommichi Muruyama, para transmitirle su pésame y ofrecerle una amplia ayuda económica para la reconstrucción de la región afectada.

Por otra parte, la Embajada de España en Tokio confirmó ayer que la mayoría de los cincuenta residentes españoles en Kobe, lugar del terremoto, se encuentra a salvo.

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