Un matrimonio, condenado por vengarse del violador de su hijo
Un matrimonio valenciano ha sido condenado por introducir en el ano de un adolescente un "objeto duro". La víctima de esta agresión había violado previamente al hijo de cinco años de ese matrimonio.Los esposos actuaron movidos por un "estado pasional" que les ha reducido la pena de forma notable. El tribunal "comprende" su "profundo malestar e indignación", y les condena sólo a un año de prisión.
En 1992, el adolescente, entonces de 16 años, invitó á su vecino de cinco anos a buscar un nido de pájaros. El niño accedió a montar en el ciclomotor del joven, que le llevó a un huerto apartado. Allí consumó la violación. El juicio se celebró en Valencia en diciembre de 1992. El acusado padece una debilidad mental que permitió a su defensor solicitar la absolución.
Los padres de la víctima no esperaron a la decisión del tribunal. Tres días después del juicio estaban en la calle cuando el adolescente, vecino suyo, bajó "casualmente" a tirar la basura. Ambos esposos le cubrieron su rostro con alguna prenda y, mientras uno le sujetaba, el otro le bajó los pantalones y le introdujo un objeto por el ano. La madre le gritó: "Toma, hijo de puta, por lo que le has hecho a nuestro hijo". El joven sufrió lesiones y aún está pendiente de una operación. Los agresores deberán indemnizarle en 242.000 pesetas.
Días después, los magistrados de la Audiencia Provincial -que ahora han juzgado al matrimonio- condenaron al joven a dos años de prisión al estimar una atenuante por razón de edad -16 años- y una eximente incompleta de enajenación. El tribunal sustituyó la prisión por tratamiento ambulatorio.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.