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Delgado no estrenó el velódromo de Torrejón

Los velódromos son fundamentales para el ciclismo de base. Es la opinión de dos consagrados y ya retirados ciclistas, Pedro Delgado y Eduardo Chozas, que acudieron ayer a inaugurar de forma simbólica, ya que no se subieron a la. bicicleta, el velódromo de Torrejón de Ardoz (87.000 habitantes).Perico, que acaparó la atención de los jóvenes aficionados y del centenar de personas que se congregó en las nuevas instalaciones, confesó que él era muy, malo rodando en pista y que siempre echó de menos instalaciones como éstas cuando era joven. Eduardo Chozas calificó el velódromo como "bonito y necesario para las nuevas generaciones de ciclistas". Observó a pie de pista que ésta cuenta con un trazado geométrico de 250 metros de cuerda y siete metros de, ancho, y que existe "algún pequeño bache que se va a subsanar rápidamente", debido a que la construcción con cemento, como en este calo, es problemática.

Tanto Delgado como Chozas coincidieron en señalar que los velódromos sirven a los ciclistas para, "adquirir técnica, y para algo más importante, "evitarles posibles accidentes de tráfico cuando tienen que circular por carretera". Chozas alabó también los peraltes, del velódromo, con una pendiente constante de 12 grados en los tramos rectos y un desnivel máximo de 42 grados en los curvos. Esto permite conseguir grandes velocidades, según el ex ciclista.

Quien lo comprobó sobre la bicicleta fue Juan Carlos Martínez, del Club Ciclista Coslada, que marcó ayer el primer registro oficial de la instalación, empleando 37 segundos, 8 décimas en completar una vuelta al circuito. "Éste es uno de los mejores circuitos", dijo Martínez. No en vano, el pasado mes de diciembre, el velódromo de Torrejón quedaba homologado por la Unión Ciclista Internacional (UCI), entrando así en el circuito internacional y convirtiéndose en el único de estas características que existe en la Comunidad de Madrid.

El reto ahora está en desarrollar el pensamiento del presidente de la Comunidad, Joaquín Leguina, durante el acto de inauguración. "El velódromo es una aventura desde el punto de vista de su uso", señaló Leguina. Se refería a dotar de actividad a esta instalación que ha supuesto una inversión de 230 millones de pesetas, de los cuales el 60% han sido financiados por el Gobierno regional.

Ayer casi todo el mundo prefería olvidar los avatares que ha supuesto la construcción del velódromo. Nueve años de contratiempos, corrimientos de tierras, quiebra de la empresa constructora y más de 500 millones en total para la inversión, incluido el cambio de emplazamiento. Incluso Leguina señaló que la construcción del velódromo "se ha retrasado demasiado".

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