El Gobierno de unidad nacional kurdo acaba a tiros en el norte de Irak
Los kurdos iraquíes, que arrancaron por las armas el autogobierno a Sadam. Husein tras el final de la guerra del Golfo, se han enzarzado en una cruenta lucha que ha costado 500 muertos, cientos de heridos y algo de credibilidad. El modelo de Gobierno de unidad nacional surgido de las elecciones de 1992, entre los partidos Unión Patriótica del Kurdistán (UPK), de Jalal Talabani, y Partido Democrático del Kurdistán (KDP), de Masud Barzani, ha saltado por los aires.
Todos hablan de paz. Los de la UPK y los del PDK. Pero ayer volvieron a producirse violentos combates. Las tropas de Barzani, que habían cedido terreno en diciembre, han tomado Kasnazan, desde donde controlan las vías de comunicación al sur de Arbil. Talabani, dominante allí, la capital política del Kurdistán iraquí, y en otras zonas, se siente lo suficientemente fuerte como para proponer una solución rupturista: dirección única en vez de la colegiada. El líder de UPK declaró el miércoles que un Ejecutivo con dos cabezas no es sano" y que la "única forma para solucionar el problema por vía democrática son unas elecciones".Hasta ahora, el Gobierno de unidad nacional surgido a imagen de un Parlamento repartido entre las dos fuerzas litigantes -50 escaños la UPK, 50'el KDP y 5 los asurian cristianos- ha vivido de la zancadilla y la conspiración. A cada ministro de la UPK se le imponía un subsecretario del KDP, o viceversa, capaz de anular sus decisiones. La falta de ayuda internacional y el boicoteo entusiasta de Sadani Husein, que ha levantado un muro militar a modo de frontera, cortando los sumistros de luz, agua y petróleo, han convertido el autogobiemo kurdo, una cuasi independencia, en un fiasco.
El origen del conflicto que ha empujado a los peshmergas (guerrilleros) de uno y otro partido a la lucha es confuso. Los resultados de la disputa, no.
Un asunto de propiedades y otro de aduanas y dinero han sido los detonantes de la lucha entre dos. partidos que actúan como clanes. Carlos Kurdi, representante en España del KDP, asegura que Talabani utilizó la propiedad de unas tierras como "excusa para intentar un golpe de Estado" contra Barzani. Según esta versión, miembros de la tribu kurda de los harki, procedentes de Mosul, armados por la lUPK, se presentaron en Qaladiza para reclamar unas tierras ocupadas por gentes de la tribu kurda guran y cuyo reparto había sido resuelto legalmente por Bagdad hace varios años. Kurdi mantiene la tesis de que "detrás de estos harki está la larga mano de Sadam" y de forma indirecta la de Talabani.
Para la UPK, la historia es completamente distinta. Baker Fattah, representante en España de ese partido, asegura que militantes del KDP se aprovecharon del vacío físico dejado por los refugiados, que se vieron obligados a huir durante los combates con el Ejército iraquí en 1991, para hacerse con sus tierras, hurtándoselas, y cuando éstos, los dueños legítimos, regresaron se toparon con el problema.
Aduanas rentables
El puesto de Ibrahim al Jajil, en la frontera con Turquía, controlado por el KDP, y los de Penjuin y Haj Humran, en el límite con Irán, dentro de la zona de influencia de la UDK, son el otro problema. Los dividendos de estas aduanas deben ir al Ministerio de Economía, cuyo titular es un militante de la UPK, y financiar las actividades del Gobierno autónomo. Fattah. acusa al KDP de quedarse con el dinero de Ibrahim al Jajil, "la aduana más rentable del Kurdistán".
Kurdi, en cambió, afirma que fueron los hombres de la UDK los primeros en desviar fondos de sus aduanas iraníes y apropiarse los 16 millones de dólares (más de 2.000 millones de pesetas) de los fondos del ministerio y emplearlos para la compra de armas, "incluso armas pesadas", dice, por "lo que nosotros decimos dejar de entregar dinero".
El 13 de diciembre comenzaron los combates. Peshmergas de un lado y otro lucharon con fiereza. La mediación de los países (EE UU, Francia y Reino Unido) que protegen la zona al norte del paralelo 36 -por encima del cual no pueden volar aviones o helicópteros iraquíes-, evitó una guerra civil en el Kurdistán iraquí. De esa mediación surgió un acuerdo, firmado el 18 de diciembre, que se mostró inútil. La lucha entre hermanos se reanudó de inmediato.
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