El jefe del Gobierno quiere un pacto para ir conjurar el riesgo de 'italianizacion'

Felipe González quiere convencer a José María Aznar de la necesidad de un pacto para conjurar el riesgo de italianización de la política. El jefe de Gobierno y su entorno creen que el espacio de la política en España, al hilo de la crisis motivada por los escándalos, lo está ocupando gente ajena a la soberanía nacional, no elegida en las urnas. González y sus próximos argumentan que hoy Aznar puede beneficiarse de esta situación, pero advierten que cuando gobierne se le puede volver en contra. La "mano tendida" que el jefe del Gobierno dirigió a Aznar la noche de viernes no tiene cita establecida ni plazo. Más que concretarse en medidas tiene como objeto, según el entorno de González, recuperar la dignidad y el espacio de la política española.Pese a reconocer su pérdida de credibilidad por la cadena de escándalos, Felipe González y su Gobierno no se plantean, por el momento, ninguna medida política concreta -cuestión de confianza, dimisión del presidente y sustitución por otro miembro del PSOE, o la convocatoria anticipada de elecciones-, como el presidente del Ejecutivo indicó en Valencia.

La plana mayor del PSOE pone ahora el acento en otro problema: la pinza que sufren González y su Gobierno procede no tanto de los dirigentes de la oposición, Aznar y Anguita, sino de fuerzas ajenas a la política, que, en esta última crisis, actúan de manera coordinada. Joan Lenna, presidente valenciano, dirigente socialista y uno de los hombres del entorno de González, fue bastante explícito el viernes en Mislata. "No vamos a dejar el hueco de la política para que gentes ajenas a la soberanía popular tomen las decisiones de este país". "No vamos a dejar que se subvierta la Constitución", dijo Lerma delante de Gorizález.

'Gentes ajenas'

Aunque Lerma no dijo a qué "gentes ajenas" se refería, la alusión al papel en la crisis política de algunos jueces, medios de Comunicación y sectores financieros, que están incidiendo en la Bolsa y en la cotización de la peseta, fue bastante clara. El presidente de la Comunidad Valenciana añadió que si un partido como el PSOE, muy implantado territorialmente, ha sufrido un desgaste tremendo, una fuerza política como el PP, menos articulada y con menos solera, puede erosionarse mucho más cuando gane el Gobierno. "Si nosotros fracasamos, la derecha lo va a tener muy difícil", dijo Lerma en Mislata.

"La oposición se vale de gente ajena a la, política para desgastar al Gobierno". En este reproche que Lerma hizo al PP iba implícita una parte de la oferta del pacto que González ofreció a Aznar el viernes por la noche, esto es, que los partidos políticos no entren en el juego de le que el Gobierno cree que es una maniobra desestabilizadora, la "'operación de acoso y derribo" a la que González se refirió en Mislata.

Más que de medidas concretas, se trata, dada la gravedad de la crisis, de que la oposición colabore para sustraer la política de la Audiencia Nacional y de las descalificaciones en los medios de comunicación para colocarla en su sitio, el Parlamento, dijo Lerma. Pero el PSOE no descarta tampoco consensuar medidas adicionales como el reforzamiento de las incompatibilidades de los jueces, además de la ley de partidos. Aznar propuso recientemente en Antena 3 medidas para evitar que, un juez metido en política regrese a la judicatura.