La Eurocámara suspende a cinco de los 20 miembros de la 'comisión Santer'

El presidente del Parlamento Europeo (PE), Klaus Hansch, realizó ayer una primera valoración global de los cinco días de comparecencias a que fueron sometidos los 20 miembros de la Comisión Europea entrante, presidida por Jacques Santer. Si la impresión general es "positiva", según Klaus Hansch, las comisiones parlamentarias suspendieron a cinco comisarios: la sueca Anita Gradin, la danesa Ritt Bjerregaard, el irlandés Padraig Flynn, el finlandés Erkki Liikanen y el francés Yves-Thibault de Silguy. Los comisarios españoles, Manuel Marín y Marcelino Oreja, respondieron satisfactoriamente a juicio de los europarlamentarios. A pesar de esta sanción, los 627 europarlamentarios sólo se podrán pronunciar el próximo miércoles sobre el conjunto de la nueva Comisión, ya que el Tratado no prevé el veto a un solo miembro del Ejecutivo.Fuentes del Parlamento Europeo consideran que, en principio, los eurodiputados votarán a favor de la nueva Comisión. Sin embargo, ayer Klaus Hansch recordó que "no se excluye que el Parlamento Europeo rechace el voto de confianza" tal como prevé el Tratado de la Unión.

La Eurocámara confía en que Santer tenga en cuenta algunas de las críticas vertidas antes del voto de investidura. La comisión de Asuntos Sociales y de Empleo de la Eurocámara pide, incluso, que la cartera relativa a la igualdad de oportunidades, que mantiene Padraig Flynn, sea confiada a otro miembro del Ejecutivo comunitario, ya que sus "respuestas revelan su ineptitud" en este área.

Asuntos Exteriores

Los eurodiputados también desean introducir cambios en el reparto de competencias previsto para la política de desarrollo y para el respeto de los derechos humanos. Mantienen que estas dos áreas deben otorgarse a un solo comisario para garantizar una aplicación coherente de tales políticas. En la nueva Comisión, unos seis comisarios tratan los Asuntos Exteriores. El propio Santer defendió la división de la cartera de Exteriores por grandes zonas geográficas con el argumento de que los comisarios responsables se reunirían para coordinar sus actuaciones.

Además de Flynn, otros cuatro comisarios fueron criticados. Sobre la sueca Anita Gradin, el Europarlamento afirma que sus respuestas fueron "vagas". Con el finlandés Erkki Liikanen, lamentaron sus "reticencias a pronunciarse personalmente sobre las grandes cuestiones políticas". El francés Thibault de Silguy no convenció al mostrarse "muy prudente" en su compromiso europeo. La danesa Ritt Bjerregaard fue criticada tras admitir que "no había estudiado los expedientes".