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Quincalla paracinéfilos

Una exposición celebra los100 años del cine y muestra a la capital como protagonista

Ana Alfageme

Una vieja cámara de los años 40 da la bienvenida, junto con un par de focos y la silla de director, a la exposición Madrid y el cine, 100 años, en la sede de la Consejería de Educación y Cultura de la Comunidad., Es el equipo básico para poder filmar y donde el comisario de la muestra, Luis Rubio Gil, se detiene para posar ante los fotógrafos. Justo enfrente le quedan dos invitados de honor: un par de estatuillas de la Academia estadounidense: uno de los oscar es el de Fernando Trueba, premio a la mejor película en lengua extranjera por la cinta Belle Epoque, en la última edición de los premios más famosos del mundo. ".Me quedé sorprendido por la generosidad de Trueba" dice el comisario. Jose Luis Garci, que recibió otro oscar años atrás por Volver a empezar, no quiso separarse de él. "Y yo lo entiendo", asegura Rubio..Pero no es el óscar el protagonista de la exposición. Más bien es Madrid, la ciudad de Europa donde se ve más cine, la estrella. Los paneles hacen justicia: listas de actores y directores. madrileños, de películas sobre Madrid y de las 20 producciones extranjeras rodadas en estos lares... Madrid sirvió de fondo a Doctor Zhivago, Rey de Reyes, El fabuloso, mundo, del circo, La, caída del Imperio Romano...

En las paredes de la muestra, un conjunto de piezas que viajará en este año por 14 localidades de la Comunidad, juntó con otras siete exposiciones itinerantes que financia el Gobierno regional, hay muchas sorpresas, sobre todo para los amantes de la quincalla cinematográfica.

Sobre una trama de simpes tablones, se muestra el capote rojigualda que utilizó Pedro Almodóvar para el rodaje de Matador; la espada y el escudo del Cid Campeador de la película El Cid o el increíble vehículo de uno de los inválidos de Acción Mutante.

La exposición es didáctica hasta el punto de que define cada uno, de los papeles que toman los técnicos en el rodaje e incluye mentiras cinematográficas tales como un martillo, una piedra sangrienta o unos zuecos... de gomaespuma. Hay cabezas cortadas, un ahorcado, cuchillos que destilan sangre, una herida falsa junto al espejo de maquillaje, el ojo gigante que se confeccionó para la película Rey de Reyes, en cuyo, iris debía de reflejarse el milagro de los panes y de los peces . A dos pasos de la barba que usó Miguel Bosé para encarnar al juez de Tacones Lejanos, el tocado de la emperatriz de Cincuenta y cinco días en Pekín o uno de los vestidos de Fortunata y Jacinta, además de recuerdos de una sala de montaje o una peluca blanca que una vez se asentó sobre la cabeza de José María Rodero. En uno de los paneles hay escritos 30 nombres (personas, productoras e instituciones). Son quienes se han desprendido por este año de sus recuerdos o posesiones desinteresadamente para que recorran la región. Por ello, montar la muestra, necesariamente breve por ser itinerante, ha constado solamente 2,5 millones de pesetas.

A, todo ello hay que añadir programas de mano (muchos de ellos del propio comisario), carteles, fotogramas, un guión subrayado en rojo y plagado de fotografías, una sala que proyectará películas en video y, por ejemplo, una doble página de un periódico en el que se habla de la temporada de 1934, justo en la que los expertos consideran la edad de oro del cine español, antes de la Guerra civil.

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Sobre la firma

Ana Alfageme
Es reportera de El País Semanal. Sus intereses profesionales giran en torno a los derechos sociales, la salud, el feminismo y la cultura. Ha desarrollado su carrera en EL PAÍS, donde ha sido redactora jefa de Madrid, Proyectos Especiales y Redes Sociales. Ejerció como médica antes de ingresar en el Máster de Periodismo de la UAM y EL PAÍS.

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