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Crisis y psicosis de crisis en la Bundesliga

Las dos marcas más representativas del fútbol made in Germany, la selección nacional y el Bayern Munich, se han retirado al sueño invernal, que en la Bundesliga dura dos meses, en un clima entre la crisis y la psicosis de crisis. La selección se despidió en medio del abucheo y los gritos de "¡Fuera Berti!", dedicados al seleccionador nacional Berti Vogts, con un penoso partido contra Albania. Alemania ganó en Kaiserslautern por un exiguo 2-1, merced a un penalti simulado con una zambullida en el área albana del delantero Ulf Kirsten.El Bayern salvó la clasificación para los cuartos de final de la Copa de Europa en Ucrania ante 11 amigos del Dinamo de Kiev, pero antes hizo el ridículo y perdió los dos partidos ante el Paris Saint Germain, que se pitorreó del otrora mejor equipo de Europa. Il maestro, como la prensa alemana llama al entrenador del Bayern Giovani Trapattoni por su gesticulación en el banquillo, deshoja la margarita de la renovación de un contrato que estuvo a punto de romper con una dimisión anticipada. Sus días en Munich parecían contados y sólo se comerá el pavo navideño como entrenador del Bayern gracias a la victoria y la clasificación para los cuartos de final de la Copa de Europa conseguida en Kiev en el último partido de la liguilla.En la Bundesliga el Bayern acabó el campeonato de invierno en quinto lugar, a seis puntos del líder Borussia Dortmund.

El fútbol ofrecido esta temporada, tanto por el Bayern como por la selección, es lamentable y confirma la crisis que se manifestó de forma palpable con el fracaso del equipo alemán en el Mundial de Estados Unidos. A pesar de esta crisis manifiesta de la calidad del fútbol servido en las praderas alemanas, el negocio de la Bundesliga marcha viento en popa.

En la primera vuelta la Bundesliga ha batido todas las marcas de asistencia a los campos de fútbol. En la temporada 90-91, tras haber ganado el Mundial de Italia, la media de espectadores por partido en la Bundesliga fue de 20.508. Esta temporada la media ha sido de 30.261, casi un 50% más que hace tres años. A pesar del ridículo de la selección en el Mundial de Estados Unidos, la media ha aumentado en casi 10.000 espectadores. Esto no se lo explica ni el mismísimo Sigmundo Freud y por eso resulta quizá mas exacto hablar de psicosis de crisis.

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