Los jugadores del Pinto cumplen un mes de huelga por no cobrar

Están desesperados. Ya no saben qué hacer. Los jugadores del Atlético Pinto, club del grupo II de Preferente, llevan un mes en huelga porque no les pagan: no entrenan, pero sí juegan los partidos. El técnico, Mario Cepero, dice que les deben tres meses de sueldo (que oscila entre las 25.000 y las 30.000 pesetas al mes) más las primas (2.500 pesetas por punto)."Los directivos son una panda de sinvergüenzas, de ineptos y de golfos", comenta Cepero. "Han toreado a mis jugadores, nos han engañado y nunca han cumplido las sucesivas promesas de pago que nos han ido haciendo".

Dos mensualidades

Sin embargo, el presidente del club, Gonzalo Rodrigo Valle, matiza que a más de la mitad de la plantilla sólo se le adeudan dos mensualidades. "Nosotros nunca nos hemos negado a pagar, lo que pasa es que en su momento no podíamos hacer frente a las cantidades apalabradas con los jugadores", comenta. "Es la primera vez que un medio de comunicación se pone en contacto conmigo para que dé mi versión", comentaba el presidente el jueves por la noche, "y lo cierto es que he oído por ahí cosas muy fuertes contra mi persona y contra la directiva".La situación es complicada. La plantilla ya ha agotado todas las formas de presión -el encierro, la huelga de entrenamientos- y ninguna ha surtido efecto. El presidente ha decidido no adoptar ninguna decisión hasta el próximo miércoles 11 de enero, día en que se celebrará una asamblea con los 258 socios del club. "Hasta entonces no vamos a tomar ninguna medida ni tocaremos un duro", dice Gonzalo Rodrigo Valle.

El Ayuntamiento de Pinto acaba de concede r una subvención de un millón de pesetas al club. El día 11, el presidente del club y su equipo explicarán su gestión ante los socios.

"Nosotros hemos querido promocionar el fútbol de base y no el de élite", cuenta Rodrigo Valle. "Explicamos a los jugadores que no podíamos mantener esas nóminas, pero el entrenador contestó que quería mantener el bloque".

Mario Cepero acusa a la directiva de falta de celo. "En un club modesto, para sacar duros hay que moverse, organizar rifas, buscar patrocinadores... No se puede depender de las subvenciones". Y las ofertas a los jugadores del Atlético Pinto empiezan a llegar. Hoy, domingo, el Atlético Pinto, situado en tercera posición en la tabla, juega un partido decisivo contra el equipo de Navalcarnero, el segundo clasificado. "No podemos dejar de jugar porque perjudicaríamos a todo un pueblo por culpa de unos hijos de lo que sigue (sic)", dice el entrenador.