Arzalluz cree que el juez Garzón no está acusando con "suposiciones en el aire"

El presidente del Partido Nacionalista Vasco (PNV), Xabier Arzalluz, reconoció ayer que las pruebas que maneja el juez Garzón le inducen a pensar que "hay una cierta presunción de cupabilidad sobre determinadas personas, pero pidó mesura en las declaraciones púlicas sobre los presuntos implicados en el caso GAL. Arzalluz se mostró seguro de que Garzón "no está[acusando] con suposiciones en el aire".

El dirigente nacionalista, sin embargo, no pone en duda la inocencia de José Barrionuevo -recordó que aún "no está encausado"- y apoyó explícitamente a los políticos que defienden la honorabilidad del ex ministro, "como el señor Jáuregui, que ha hecho una apuesta que en principio es correcta, porque no hay que suponer culpable a nadie mientras no sea condenado, aunque sea el señor Barrionuevo". Es la segunda vez que Arzalluz defiende públicamente a Jáuregui, después de que los ex policías José Amedo y Michel Domínguez relacionarán al secretario general del PSE-EE y ex delegado del Gobierno en el País Vasco entre 1982 y 1987 con la trama de los Grupos Terroristas de Liberación (GAL).El máximo dirigente del PNV dijo que, al igual "que la sociedad", está persuadido de que en la guerra sucia contra ETA hubo delitos, "y muy gordos", hubo incluso desaparecidos, y aseguró que todo eso se "ha financiado por el presupuesto" en clara alusión a los fondos reservados. Con todo, reiteró su llamamiento a encauzar las aguas en la crítica y dijo que "hay que tener cuidado, con lo que se dice".

Carga de la oposición

La recién estrenada oposición vasca no ha perdido la oportunidad de lanzar cargas de profundidad contra los socialistas vascos tras la reapertura del caso GAL: Izquierda Unida (IU) solicitando numerosas comparencencias en la cámara vasca, Herri Batasuna (HB) recuperando su discurso contra la "guerra sucia del Estado" y el Partido Popular cuestionando tanto la presencia de Jáuregui en el nuevo ejecutivo autonónomo, como la debilidad e interinidad de un Gobierno apoyado en un moribundo como el PSE-EE.

Arzalluz se pronunció ayer sobre la inestabilidad con la que arranca el nuevo Ejecutivo vasco. Reconoció que el clima político, pero sobre todo la proximidad de las elecciones municipales y forales desestabilizan el Gobierno tripartito, pero reiteró que su partido ha firmado el acuerdo de Gobierno "con voluntad de durar cuatro años".

Arzalluz realizó estas declaraciones momentos antes de dirigirse a los militantes de EGI, juventudes del PNV, que ayer celebraron su asamblea nacional en Artea (Vizcaya). Preguntado por la firme apuesta que las juventudes de su partido han hecho por la insumisión, Arzalluz aseguró que como formación política "no podemos fomentar públicamente la insumisión porque es un delito". Calificó de "avance" insuficiente la decisión del Ministerio de Justicia e Interior de despenalizar la insimusión, pero aseguró que la alternativa de la inhabilitación y de impedir el acceso a la función pública es "anticonstitucional" y anunció que el PNV se "opondrá a todo eso".