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Fuga por la capilla

Espectacular huida de seis presos por un túnel de la iglesia de una prisión de Florida

Tanto tiempo en la capilla no podía presagiar nada bueno. Seis presos de origen cubano de la prisión de Glades, en Florida, no se dedicaban precisamente a cantar en el coro o a ensayar la obra de Navidad como le decían a todo el mundo. Cavaban y cavaban hasta conseguir hacer un túnel de casi catorce metros de largo por el que el día 2 de enero alcanzaron la libertad, en la que es considerada la fuga más espectacular de la reciente historia de este Estado norteamericano.Uno de ellos, Félix Carbonell, fue capturado inmediatamente, pero los otros cinco todos ellos condenados a cadena perpetua por asesinato y considerados muy peligrosos seguían ayer evadidos. Tres escaparon por los campos de caña de azúcar infestados de serpientes que rodean las instalaciones de la prisión y los perros perdieron su rastro a una milla del penal. No obstante, la policía cree que aún andan escondidos por la zona.

Los funcionarios de la cárcel dijeron que las primeras horas de la fuga fueron las más peligrosas para los ciudadanos de Belle Glade, cuando presumiblemente los presos buscaban ropas para quitarse sus uniformes azules e intentaban robar un coche para huir. Los funcionarios, tratando de explicar una evasión tan elaborada y tan secreta, declararon que no recibieron una sola señal de que se preparaba una fuga por parte de los soplones de la prisión.

Por su parte, la fiscal del Estado en Miami, Kathy Fernández Rundle, donde la mayoría de los hombres fueron juzgados, dijo: "Me resulta difícil comprender cómo un grupo de criminales como ése se puede juntar sin que sea vigilado". Y Debbie Buchanan, portavoz del Departamento de Prisiones de Florida, añadió: "Es la primera vez que puedo recordar que tantos asesinos convictos se escapen al mismo tiempo".

Según confesó Carbonell, la huida fue planeada hace dos meses, y hacer el túnel les llevó unas tres semanas. La fuga fue directa, pero muy arriesgada. Forzaron una verja que les permitió acceder al angosto espacio que hay debajo de la capilla de la prisión, un edificio construido así, como muchos en esta zona, debido a los torrentes de lodo negro que cubren las granjas del sur del lago Okeechobee. Al parecer, una vez bajo la capilla, los hombres trabajaron por turnos, cambiándose de uniforme para realizar el trabajo sucio, y cavaron con tablas y toros de madera robados un túnel de más de 13 metros de largo y 90 centímetros de alto.

Cuando los presos se escaparon sé disparó la alarma de una de las vallas de la prisión,según contó el alcaide de Glades, Gerald Abudi-Wasi, pero los guardias no encontraron ninguna prueba del túnel. Diez minutos más tarde, los guardias de la torre 6 vieron a los hombres correr hacia los campos de caña de azúcar.

Al día siguiente, el pasado martes, 60 policías rastrearon Belle Glades y las granjas vecinas sin encontrar pistas ni a nadie que hubiera visto a los fugados. Únicamente supieron que un coche había sido robado en la ciudad ese día y que seguía sin aparecer, aunque no les constaba que fuera utilizado por los fugados.

La prisión de Glades, construida en los años cuarenta, fue diseñada para albergar a 200 presos, pero actualmente la ocupan 1.217 hombres que son vigilados por tan sólo 200 funcionarios. Abu-Wasi declaró que había advertido a sus hombres que estuvieran alerta, porque tradicionalmente las fugas se producen cuando se están añadiendo nuevas medidas de seguridad a una prisión, como era el caso, cuyas obras de mejora estaba previsto que concluyesen el próximo mes de mayo.

Mientras prosigue la búsqueda, los vecinos de Belle Glades continúan su vida normal; eso sí, cerrando bien las puertas de sus casas. por la noche.

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