El asedio continúa
Cuando la capital de la República de Bosnia-Herzegovina sufre ahora los más de dos años y medio de asedio a manos del verdugo serbio, iniciamos el próspero año nuevo con los blindados y la aviación de Yeltsin asediando y bombardeando a la población civil en la capital de la República de Chechenia. Mientras, Zhirinovski brinda con vodka en Moscú soñando que Chechenia sólo es el inicio para el imperio ruso, para mayor mofa de los cuerpos reventados o amputados, o de sus familiares escapados a las montañas en medio del crudo invierno. Escapan para no verse helados por esa curiosa viruela de metralla que hace tanto tiempo se cierne sobre Sarajevo y llega ahora a Grozni.El hecho de que un gran aparato de partido-Estado, una gran nomenclatura y un gran Ejército debieran sus rentas, chanchullos y pensiones a conservarse en el poder a costa de lo que fuera y por todos los medios, no podía tener su copyright en Belgrado. Milosevic no podía ser el único que pasara para ello de "comunista" al más ardiente "patriota serbio", causando tan horribles crímenes en Kosovo, Croacia y Bosnia. Si la conclusión de dos años de torturas, violaciones, campos de exterminio y civiles escapando de sus verdugos bien armados en Bosnia es la de diseñar planes de paz a la medida del bando mejor armado, la conclusión para todo tirano o tiranuelo es que esa vía funciona de perlas.-
Miembro de SOS Balkanes.
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.