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EL BOBBIT POLACO

Los cirujanos de la ciudad polaca de Bialystok lograron reimplantar a un hombre de 29 años el pene, y los testículos que éste se había cortado con un hacha. La operación había durado 11 horas. El grado de dificultad de la operación de microcirugía se comparó con la separación de los siameses. Según el parte médico, "los órganos recuperaron su temperatura y el colorido natural". Es todavía demasiado temprano, sin embargo, para determinar "si podrán desempeñar todas sus funciones". La víctima de la automutilación, un campesino de la aldea de Zambrow (este de Polonia), cuyo nombre no se ha dado a conocer, aunque empieza ya a ser conocido como el John Wayne Bobbit polaco, confesó que en un arrebato de desesperación se cortó los órganos masculinos "para pagar sus deudas". "Lo hice para que en las familias reine el amor y la felicidad". Según el diario Trybuna, a la salvación del pene cortado contribuyó el párroco de Zambrow, que ordenó a los campesinos recogerlos del suelo, donde estaban a merced de los animales. Los médicos de los servicios de urgencia de Zambrow colocaron los genitales cortados en un tarro con hielo y transportaron inmediatamente al herido al hospital de Bialystok. Según el doctor Darewicz, médico que operó al desgraciado pecador, éste no se desangró gracias a la autocontracción de los vasos sanguíneos. El paciente dio su visto bueno para la reimplantación, aseguran los médicos, porque "cambió de opinión una vez, cometido el desesperado acto".-

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