YeItsin suspende los bombardeos y busca una solución negociada
En un aparente cambio de táctica, el Kremlin ha suspendido los bombardeos rusos contra Grozni, la capital de Chechenia, y no piensa reanudarlos por el momento. El presidente Borís Yeltsin decidió ayer tratar de reanudar las conversaciones con los rebeldes chechenos y nombró a tres altos cargos para entablar negociaciones con los "jefes de las formaciones armadas flegales". Yeltsin. señaló que está llegando a su fin la primera etapa "en el proceso de restablecimiento del orden constitucional" en Chechenia y que ahora se puede comenzar a formar "los órganos administrativos" en esa república.
[Sin embargo, las fuerzas rusas y los combatientes independentistas libraban anoche un fuerte duelo artillero al suroeste de Grozni, en los alrededores de la localidad de Karpinski, desde cuyas alturas se domina la capital chichena, según confirmó el enviado especial de la agencia France Presse.]Yeltsin, que ayer presidió la reunión del Consejo de Seguridad en la que se hizo un balance de las operaciones militares en el Cáucaso, nombró a Nikolái Yegórov, vicejefe de Gobierno; a Serguéi Stepashin, director del Servicio Federal de Contrainteligencia, y al general Anatoli Kvasin, comandante de las tropas rusas en Chechenia, representantes plenipotenciarios para negociar con los rebeldes chechenos.
VIadímir Shumeiko, presidente de la Cámara alta del Parlamento ruso, informó sobre esta decisión al término de la reunión del Consejo de Seguridad y agregó que además se formará una delegación en la que participarán miembros de ambas cámaras del Legislativo. El líder ruso reconoció que "hubo complicaciones" -según los planes primitivos del Kremlin las tropas deberían haber bloqueado Grozni el 11 de diciembre a las dos de la tarde-, pero subrayó que las unidades militares "han trabajado bien". Yeltsin afirmó que en Chechenia combaten, "corno mínimo, 10.000" mercenarios, "asesinos profesionales" que provienen principalmente de los "países bálticos y de Azerbaiyán". Estas aseveraciones no concuerdan con lo visto por los cientos de periodistas que han estado en Grozni y resultan difíciles de tomar en serio. Al mismo tiempo, Yeltsin dijo que recientemente "mejoraron su actuación los guardafronteras" y que los límites de Chechenia y Grozni ahora, están totalmente bajo control.
El presidente considera que "no hay que alargar el proceso de restablecimiento del orden constitucional" en Chechenia, donde habrá una presencia militar rusa permanente. Pero, según Yeltsin, será la policía la encargada de imponer el orden en Grozni y en otras regiones de la república rebelde. Ahora que "la primera etapa de restablecimiento del orden constitucional está terminando", se podrá prescindir de la participación de los militares y "comenzar a crear los órganos administrativos".
Tomar Grozni
Esto fue precisamente lo que ayer empezaron a hacer los rusos, pero no en Chechenia, sino en Moscú, donde se anunció la formación del Gobierno de Resurgimiento Nacional de Chechenia (GRN), que encabeza Salambek Jadzhíyev, antiguo diputado de la URSS y ex ministro soviético de la Industria Química y Petrolera. El GRN está en contra de los bombardeos de Grozni, en los que "sufren las capas más desposeídas de la población civil, que no tienen medios para irse de la capital chechena", señaló Jadzhíyev ayer en la sede del Gobierno ruso.
Jadzhíyev aseguró que tampoco es partidario del asalto de Grozni, pero si se decide lo contrario "deben realizarlo unidades de élite con preparación especial y no muchachitos de 18 años". Al mismo tiempo, Nikolái Yegórov, representante de Yeltsin para Chechenia, en declaraciones que parecen contradecir el cambio de táctica teóricamente aprobado por el Consejo de Seguridad, señaló que "es necesario completar la operación militar para tomar Grozni" cuanto antes, ya que, de lo contrario, "se agudizarán la situación política y las relaciones interétnicas en el interior (le Rusia".
El jefe, de la Iglesia ortodoxa rusa, patriarca Alejo II lanzó ayer un emotivo llamamiento a que cese el derramamiento de sangre en Chechenia. "La Iglesia eleva su voz en defensa de las víctimas inocentes" del conflicto. "Ninguna consideración, ni siquiera las más justas y legítimas razones de Estado, pueden justificar las víctimas y sufrimientos de la población civil. Ningún fin, ni siquiera los más buenos, deben alcanzarse con métodos que pueden conducir a una inmensa injusticia y como resultado a una enorme multiplicación de la violencia, cosa que será funesto'para toda Rusia", dice Alejo II.
Zelimján Yandarbíyev, vicepresidente de la república rebelde, desmintió la noticia dada el domingo por el Kremlin de que por fin había bloqueado completamente Grozni. "Las tropas rusas controlan sólo una tercera parte del perímetro de la ciudad", señaló.
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