Las víctimas de la Navidad

Sólo 10 abetos sobrevivieron la campaña del 93. Los madrileños adquirieon durante las pasadas fiestas navideñas cientos de miles de árboles para adornar los hogares de toda la Comunidad. Tras los días festivos, sólo 131 de ellos fueron devueltos para ser recuperados a los viveros municipales del Ayuntamiento de Madrid. Un año después, la savia late únicamente en 10 de ellos. Aunque otros ejemplares también habrán sido indultados -replantados por los particulares o conservados para otros años-, el 98% de ellos muere irremediablemente porque no pueden soportar estos días de paz y felicidad: calor asfixiante, un ambiente muy seco y excesivo frío cuando los desahucian los mata. Esta Navidad, miles de nuevas víctimas vegetales acabarán en los contenedores de basura o tirados en las calles de la región.Según José Planas, portavoz de la Sociedad Española de Horticultura, entre- 200.000 y 250.000 árboles de vivero (el 90% de ellos son abetos rojos, Picea abies excelsa) han entrado durante estos días en Madrid (los ecologistas duplican estas cifras). Se venden a precios que oscilan entre las 2.500 pesetas (los de un metro de altura) y las 10.000 (los gigantes de tres). La mitad de estos ejemplares, que provienen en su mayoría de Cataluña, Navarra y el País Vasco, se quedará en la capital. El otro 50% se dispersará por el resto de la Comunidad. Planas acepta que el 98% de ellos muere tras las fiestas y se lamenta del elevado número de bajas. Asegura que una de las prioridades de la Sociedad de Horticultura es conseguir aumentar esta supervivencia mediante la mejora de la calidad del cepellón (bloque de tierra y raíces que acompañan al árbol).

En los últimos años se ha abierto un duro debate para hacer un poco más verdes estas fiestas blancas que año tras año se saldan con tantos cadáveres: ¿qué es más ecológico, un árbol de Navidad de plástico o uno de vivero?

Mientras muchas instituciones oficiales, como el Ayuntamiento de Madrid o la Comunidad, han recomendado como alternativa la compra de árboles de plástico, que se guardan año tras años, los productores de plantas ornamentales cuestionan que un elemento, fabricado con materiales no reciclables sean más ecológicos que unos árboles totalmente biodegradables. Mientras, los ecologistas abominan de una costumbre arboricida importada de los países norte y centro europeos y apuestan por el tradicional belén, pero, por supuesto, sin musgo. En caso de que la fiebre del árbol sea irrefrenable, Javier Pérez, de la Coordinadora Madrileña de Defensa de la Naturaleza (Comaden), recomienda usar la punta de los ejemplares entresacados en la limpieza de montes o ramas procedentes de podas controladas.

El Ayuntamiento, de Madrid suspendió el año pasado el servicio posnavideño de recogida de árboles a domicilio por la poca colaboración ciudadana (en enero de 1992, los jardineros municipales y los soldados del Ejército sólo rescataron 2.200 árboles). Pero los viveros municipales también aceptarán este año los ejemplares que les lleven los madrileños. Para que sobrevivan, el Ayuntamiento recomienda comprar abetos de vivero con el cepellón bien conformado, ponerlos en lugares frescos (preferentemente en las terrazas) y regarlos abundantemente.

Los árboles de Navidad pueden ser llevados al vivero de Estufas, en el Retiro (entrada por la Cuesta de Moyano), o al de la Casa de Campo (junto al puente del Rey). De 8.00 a 14.00.