Aznar exige a González prontas explicaciones sobre el 'caso GAL', pero no acusa al Gobierno

El presidente del PP, José María Aznar, aprovechó ayer su intervención para "invitar y emplazar" a Felipe González a que dé una explicación parlamentaria "cuanto antes" sobre el caso GAL y la responsabilidad política del Ejecutivo en el asunto. Horas, después, precisó que había medido esas palabras y que no contribuirá a aumentar "la incertidumbre y el desasosiego" generado por ese caso. Preguntado por los periodistas si el encarcelamiento del ex director de Seguridad Julián Sancristóbal afecta al Gobierno, González respondió: "El Gobierno está en la situación en la que estaba, y no haré comentarios sobre decisiones judiciales". Al abandonar el edificio añadió dos palabras más: "Tranquilidad, tranquilidad".

Aznar, por su parte, comentó al salir del Congreso que "es elemental y la opinión pública y el país lo necesita" que el Gobierno comparezca en la Cámara y "manifieste su opinión". "El Gobierno no puede estar ni ausente ni mudo. Espero", añadió, "que será capaz de afrontar esa responsabilidad y deseo que lo haga".Horas más tarde, y en un acto público celebrado en Aranjuez (Madrid), Aznar señaló: "La situación de España es difícil, de profundo deterioro, pero quiero dejar claro que no pienso hacer nada para aumentar la incertidumbre y el desasosiego, y que toda la política del PP estará encaminada a, que los españoles recuperen la confianza". El líder del PP, informa Efe, agregó que no aprovechará la actual crisis para llegar antes del poder. "Los gobiernos que se resisten a abandonar el poder son transitorios", señaló.

Por su parte, el portavoz Popular en el Congreso, Rodrigo Rato, declaró: "No queremos un gobierno acabado, ni hundido, ni lleno de vergüenza, porque es el gobierno de España y tiene que resolver los problemas de los españoles".

Aznar había negado en los pasillos del Parlamento que la cena secreta celebrada el pasado lunes con González hubiera gira do en torno al caso GAL, por que, añadió, estaba concertada desde antes (desde el día 6, a instancias del presidente del Tribunal Constitucional). Hablaron, dijo, sobre "cuestiones normales y ésta [la del GAL] no entraba entre las prioridades en ese momento".

El líder popular y el PP están muy molestos con el Gobierno, al que acusan de haber informado de esa cena, mantenida en casa del presidente del Tribunal Constitucional, Miguel Rodríguez Piñero, y haber traicionado un compromiso recíproco de guardar silencio.Quizá esta indignación y el convencimiento de que González "ha manipulado y utilizado en provecho propio una vez más una entrevista con Aznar" llevaron a éste a apretar en público su presión sobre el Ejecutivo para que comparezca en la Cámara y hable de los GAL. Fuentes de la dirección del PP señalaron ayer que Aznar está dispuesto a mantener una "actitud prudente y responsable", "pero no a aparecer como cómplice" silencioso.

Antes, por la mañana, el secretario general del PP, Francisco Álvarez Cascos, telefoneó al vicepresidente del Gobierno, Narcís Serra, para insistirle en la necesidad de que el, Gobierno tome la iniciativa y explique su responsabilidad en relación con los GAL. Álvarez Cascos advirtió a Serra, según declaró luego, que el PP mantendrá un plazo de espera, pero que luego no tendrá más remedio que exigir oficialmente la comparecencia del Gobierno.

Fuentes de la dirección del PP señalaron ayer que el criterio del partido es que, desde el momento en que el antiguo número tres del Ministerio del Interior [Julián Sancristóbal], se encuentra en prisión, debe ser González quien comparezca, y no el actual titular de Justicia e Interior.

Aznar insistió desde el lunes por la tarde a sus colaboradores en que la orden de prisión contra Sancristóbal y otros antiguos mandos de la lucha antiterrorista no es una crisis de partido ni pone en cuestión al presidente del Gobierno, sino que puede provocar una crisis institucional.

Los populares afirman haber renunciado a tratar el caso como un escándalo más, convencidos de que González y el PSOE ya están políticamente derrotados y ahora se necesita una salida digna y no traumática. Pero quieren evitar también la impresión de que en la cena del lunes se selló un pacto de silencio.

El martes por la noche, en una cena con diputados y senadores del PP, Aznar mostró su preocupación por el clima social y las consecuencias, que ya se: estaban sintiendo en su credibilidad internacional.

El líder del PP era consciente de que los parlamentarios acabarían sabiendo que la noche anterior había compartido cena con González. En tono de humor afirmó que en esa velada se estaban escuchando "grandes verdades" en referencia a las palabras que había pronunciado Rodrigo Rato. "Estoy muy a gusto y ésta sí que es una cena agradable en contraste con la que tuve anoche, en la que escuché muchas mentiras". Todos entendieron que hablaba de la cena con González.