El Tenerife sufre para doblegar al Athletic

El Tenerife logró una victoria angustiosa sobre Athletic de Bilbao. Sólo un solitario gol del debutante Pinilla doblegó a un rival que apretó hasta el último momento con Julen Guerrero como auténtico protagonista ofensivo, aunque sin suerte ante un extraordinario Ojeda.Los primeros minutos de juego se caracterizaron por un débil dominio del Tenerife que sólo en una jugada a balón parado consiguió acercarse al marco defendido por Valencia.

A partir de ahí, el juego del Tenerife se diluyó y fue el Athletic de Bilbao el equipo que, primero con contraataques y después con auténtico dominio en el centro del campo, llevó la inquietud al área blanquiazul. Guerrero, con su velocidad y buen disparo y Sances, en una internada, estuvieron a punto de sorprender al guardameta argentino local. Pero la ocasión más clara del Athletic estuvo en las botas de Guerrero, tras una jugada plena de rapidez y precisión con Ziganda. El joven internacional no pudo aprovechar la ocasión al echársele encima un defensa en el momento del disparo.A renglón seguido, los silbidos del público se hicieron notar con estrépito cuando Pizzi se plantó solo ante Valencia y su disparo salió tres metros a la derecha de la portería bilbaína. Después de esa jugada, el delantero tinerfeñista se retiró cabizbajo y lesionado dejando su puesto a Pinilla, que jugó por primera vez esta temporada.

Las protestas del público fueron el sonido ambiente que acompañó a los futbolistas en la recta final de la primera parte. Esos silbidos, sin embargo, se convirtieron en aplausos en el minuto 55 cuando Pinilla realizó una jugada personal por la línea de fondo que concluyó con un disparo con el que logró batir a Valencia tras tropezar en un defensa.

El gol hacía respirar tranquilos al público y al banquillo del Tenerife, ya que minutos antes Guerrero, solo ante Ojeda, había tenido una nueva oportunidad para adelantar a su equipo. De todas formas, no estaba todo decidido. El omnipresente Guerrero lo intentaba de nuevo con un disparo raso, aunque se encontró otra vez con una extraordinaria parada de Ojeda.

La presión del Athletic de Bilbao se hizo cada vez más agobiante. El Tenerife no sabía cómo deshacerse de las líneas adelantadas del conjunto rojiblanco, que seguía teniendo en Guerrero a su hombre más peligroso. El conjunto de Cantatore sufría para doblegar a un correoso rival, no exento de calidad, que luchó hasta el final para intentar nivelar la balanza, lo que no hubiera sido un resultado injusto. Los minutos finales fueron de angustia para el público tinerfeño, sobre todo cuando Ziganda se escapó solo y el guardameta Buljubasic, que había sustituido a Ojeda, lesionado, le robó el balón en su salida.