Crisis económica de la radio pese al éxito de oyentes

La radio española vive una situación esquizofrénica. Por una parte es un éxito de aceptación y credibilidad social, con cerca de 22 millones de oyentes diarios. Por otro lado, se presenta como un negocio ruinoso, en especial la radio privada, con más de 6.000 millones de millones de pesetas perdidos en su conjunto, según Alfonso Cavallé, presidente de la Asociación Española de Radiodifusión Comercial (AERC).Sesenta expertos, profesores universitarios y directivos de la radio pública y privada han analizado durante los dos últimos días la situación de la radio en España y, pese a las divergencias en algunos puntos, han llegado a una conclusión común: es necesario reorientar esta situación "con decisiones normativas". También están de acuerdo en que debe subsistir el modelo mixto: radio pública y privada.

Las jornadas sobre Radio pública y radio privada: las reglas del juego, organizadas por Fundesco, Radio Nacional y por la AERC, se han convertido en un acta de acusación de competencia desleal, contra las emisoras municipales (680 funcionando con licencia), que se financian tanto con presupuestos municipales como con la publicidad. También se ha tratado de la existencia de emisoras ilegales (en torno a 1.000 estaciones) y la "competencia brutal" que suponen las "prácticas irregulares" de las televisiones en materia de publicidad, ya que en algunos casos han superado en un 117% el tope de anuncios que les permite la directiva comunitaria, según un estudio de la AERC correspondiente a septiembre y octubre.

En medio de toda esta tormenta, la Administración anuncia un próximo plan técnico para que las autonomías puedan conceder nuevas emisoras en FM.

Santiago Galván, consejero delegado de Onda Cero Radio, ha señalado que la oferta radiofónica pública se ha multiplicado en las administraciones autonómicas y municipales sin justificación suficiente y estima que ese dinero se debía haber destinado a otras necesidades.

Para Cavallé, la doble financiación de las emisoras municipales "es la madre del cordero de toda perversión, porque estas emisoras, salvo honrosas excepciones, aparte de ser un juguete del alcalde, están siendo desviadas de sus fines y se están entregando a particulares".

Según cifras manejadas por la AERC, cada emisora municipal factura por término medio 12 millones de pesetas al año en publicidad, lo que, en su conjunto, supone unos 7.000 millones de pesetas, cifra cercana a las pérdidas que globalmente han registrado las privadas en 1993. Hay algunas emisoras municipales que facturan el 10% del total de Publicidad de una localidad en la que conviven otras privadas.

Por otra parte la competencia de las televisiones está destrozando la economía de la radio. Según datos aportados por José Viana, presidente de la Federación Nacional de Empresas de Publicidad, las radios se repartieron en 1991 tan sólo 49.000 millones de pesetas, es decir, un 8,8% de los más de 500.000 millones que constituía la tarta publicitaria para todo el conjunto de medios.

Pero lo peor es que se ha registrado una fuerte tendencia a la baja. Así, en 1993, la radio, aún siendo el segundo medio de comunicación en audiencia, después de la televisión, tan sólo se llevó 38.000 millones de pesetas, un 7,1%, de la publicidad destinada a los medios de comunicación, frente a 200.000 millones que fueron a parar a las televisiones. Cavallé dice que es insostenible que las televisiones gasten el doble de esa cantidad.