"En su origen, el programa de la visita era un despropósito"

RAFAEL FRAGUAS Félix López Rey, de 46 años, concejal de Izquierda Unida, ha sido uno de los dirigentes municipales que más han batallado para que los Reyes visitasen el sur de la región.

Pregunta. Pese a ser el promotor de la visita, ayer fue excluido del protocolo. ¿Hoy también?

Respuesta. Yo nunca hablé de los pueblos. No soy su representante. En la primera y única entrevista que tuve con Fernando Almansa (jefe de la Casa del Rey) cuando me llamó, sólo le hablé de Parla, porque sufre un 5% más de paro que el resto de los pueblos. Para hoy espero estar incluido. He recibido una llamada esperanzadora.

P. ¿Cuál es su opinión sobre la visita real?

R. Es buena. Considero positivo que vengan a los barrios. Ello posibilita que los medios de comunicación hablen del sur, que ya era hora.

P. ¿Qué es lo más positivo?

R. Por primera vez se nos conoce directamente, no desde los mapas o la carretera. Tal vez ahora los programas de los partidos incluyan actuaciones aquí.

P. En cuanto a usted, ¿buscaba protagonismo o se ha ceñido a su tarea de representante?

R. Creo que he cumplido con la obligación que como cargo público tengo de trabajar por los ciudadanos más desfavorecidos. Ésta ha sido mi actuación, que inicié hace 20 años junto a mis convecinos.

P. ¿Resquemor o satisfacción?

R. Por una parte, estoy satisfecho; por otra, veo lo difícil que es siempre luchar contra el poder establecido.

P. ¿A qué poder se refiere?

R. Todo lo que no salga de las administraciones que gobiernan no tiene validez para ellas y, encima, lo combaten.

P. ¿A quién señala?

R. A la Comunidad y al Ayuntamiento, por este orden. La idea de que los Reyes visitasen los barrios del sur nunca salió de ellos, por eso tenían que combatir a quien tuvo la idea.

P. ¿De quién fue?

R. Partió de mí. Afortunadamente, el Rey está vivo para poder corroborarlo.

P. ¿Se han dejado algo en el programa?

R. En su origen, el programa era un despropósito que no contemplaba en ningún momento que hablaran los representantes de los vecinos y ahora han ido variando como consecuencia de las peticiones que hacemos. Por fin, la visita incluye el Pozo, La Celsa y San Fermín. A pesar de las presiones, los vecinos hablarán en Meseta de Orcasitas.

P. ¿Qué presiones son ésas?

R. Primero nos decían que con sólo acercarnos a los Reyes, desde la televisión los ciudadanos se imaginarían ya que les estábamos contando nuestros problemas. Y se nos decía que era imposible que los vecinos hablaran.

P. ¿Quién hizo el primer plan?

R. Ignacio Solana, jefe de gabinete de Leguina. No dejaba hablar "ni a un niño del Pozo".

P. Entonces, ¿alguien ha sido más papista que el papa?

R. Mire, en una reunión con el jefe de Protocolo de la Casa Real, ante 20 personas, le dijimos: "Queremos hablar del paro y de la vivienda: un piso cuesta aquí 20 millones y los sueldos de los muchachos, si consiguen un contrato, no pasan de 70.000 pesetas. Queremos hablar de la educación, del medio ambiente, de las incineradoras, las escombreras, de la degradación del río a su paso por San Fermín". Y, entonces, para nuestro asombro, él nos dijo: "¿Y no vais a hablarle de la inseguridad y de la droga?".

P. ¿Qué sucedió entonces?

R. Perdón, pero yo le dije: joder! Nos tiene acollonados el jefe de gabinete de Leguina y usted sugiere estos dos temas tan importantes. Luego le adelanté que no tendríamos inconveniente en darle por escrito lo que pensábamos decir. ¿Sabe qué respondió el representante real?

P. No.

R. Pues exactamente esto: ¡Estaría bueno que nosotros se lo pidiéramos! Ya son ustedes mayores para saber lo que dicen". Palabra de honor.

P. ¿Cuál ha sido, pues, el principal problema?

R. La Comunidad quería controlar todo. La conducta del Ayuntamiento ha sido vergonzosa. Cuando los vecinos hablen, ni el alcalde ni Leguina saldrán bien parados.