¡Qué sueldazos!
( ... ) Entre 1984 y 1992, los directivos británicos ascendieron de la cola a la cabeza de los salarios en el mundo. ( ... ) El problema es que a los accionistas a menudo les compensa pagarles estas sumas astronómicas. En una economía competitiva, las diferencias salariales -por grandes que sean- empujan a cada uno allí donde mayor es el valor añadido que produce. Si un buen directivo como Michel Eisner, que se embolsó 203 millones de dólares en 1993, puede enriquecer a los accionistas de Disney, éstos, tienen todas las razones para pagarle bien. Y no es la misión de los políticos limitar los ingresos de un directivo, como tampoco las ganancias del músico Andrew Lloyd Weber, 40 millones de dólares, o del jugador Michael Jordan, 30 millones de dólares en un año, estando ya retirado. ( ... ) Hasta ahora, las intervenciones de los políticos han sido bastante, suaves. Lo mejor es que los accionistas decidan el sueldo de sus directivos, ya que a nadie como a ellos afecta el éxito o el fracaso de su gestión. ( ... ) Pero, ¿por qué los accionistas fracasan en ligar adecuadamente el salario de los directivos a su actuación? ( ... ) En un mercado libre, los comités salariales de las empresas contratarían a los mejores durante el menor tiempo posible. En el mundo real, les interesa mantener alta la puja actual sin incidir en la conexión con los resultados. Y esto es porque esos comités están formados por personas que son ellas mismas directivos de otras empresas., 10 de diciembre
Tu suscripción se está usando en otro dispositivo
¿Quieres añadir otro usuario a tu suscripción?
Si continúas leyendo en este dispositivo, no se podrá leer en el otro.
FlechaTu suscripción se está usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PAÍS desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripción a la modalidad Premium, así podrás añadir otro usuario. Cada uno accederá con su propia cuenta de email, lo que os permitirá personalizar vuestra experiencia en EL PAÍS.
En el caso de no saber quién está usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contraseña aquí.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrará en tu dispositivo y en el de la otra persona que está usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aquí los términos y condiciones de la suscripción digital.